Que España es un país donde la precariedad laboral está a la orden del día no es nada nuevo. Todos conocemos a personas que no llegan a fin de mes e incluso muchos de nosotros mismos tampoco llegamos Los trabajos en los que se respetan las horas trabajadas, se pagan las horas extra y te permiten llegar a fin de mes son, cuanto menos, difíciles de encontrar.
¿De qué hablamos cuando nos referimos a precariedad laboral? Según Eurostat España es el tercer país de la Unión Europea con más contratos precarios y el segundo con más empleo no indefinido, pero aún hay más; según el Instituto Nacional de Estadística más del 26% de los empleados españoles trabajaban con un contrato temporal a principios del año 2018. Además, España es el país de la Unión Europea con más porcentaje de trabajadores pobres. Casi un 15% de los hogares en los que al menos uno de sus miembros está trabajando viven en el umbral de la pobreza según la OCDE. Estas personas apenas ganan lo suficiente para llegar al fin de mes y muchas veces ni siquiera llegan.
La pobreza se ha normalizado; el poder elegir si comer 3 veces al día o calentarse en invierno se ha normalizado. Se ha normalizado tanto que hasta la propia Comunidad de Madrid lanzó una campaña para “advertir” a los pobres sobre el peligro de calentarse con velas cuando hace frío. Y es que en España los llamados “trabajadores pobres” han llegado como una nueva clase social de ciudadanos. A día de hoy un trabajo ya no te asegura poder salir del umbral de la pobreza. Un trabajo ya no te garantiza no ser pobre.
La precariedad laboral puede llegar de muchas formas a la vida de las personas. Puede llegar como un contrato temporal e inestable que ofrece peores prestaciones y mayor incertidumbre. También puede aparecerse como subcontratación en cadena; esto quiere decir que una empresa contrata a otra que a su vez contrata a otra que a su vez contrata a una persona. Entre tanto trámite nuestros derechos y prestaciones se diluyen.
Los falsos autónomos son otro eslabón de la precariedad laboral al igual que los becarios. Por eso nace Mierda Jobs para denunciar y dar visibilidad a este tipo de ofertas que se encuentran detrás de los datos tan preocupantes. Os animamos a todas y a todos a participar compartiendo los trabajos precarios que mostramos y mandándonos trabajos precarios que conozcáis.
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