El clan de los Cortina, José Luis, Antonio y los tres hijos de éste, dominan el importante negocio de la seguridad en las cárceles españolas.
En 2015 el grupo Ombuds aquirió la empresa Castellana de Seguridad. Pero los números han ido cuesta abajo y su inversión para llevar la seguridad exterior de las prisiones ha terminado en suspesión de pagos. Esta circunstancia ya ha provocado la protesta de las asociaciones de la Guardia Civil, que reclaman que vuelva a ellos esta competencia.
El pasado mes de julio la empresa de vigilantes de seguridad Ombuds entró en concurso de acreedores tras fracasar las negociaciones con los bancos para obtener nuevas líneas de financiación. Como las cosas parecen ir mal dejaron de pagar a los trabajadores que realizan labores de vigilancia en el exterior de las siete prisiones de Madrid, una de Cáceres y la seis de Castilla-La Mancha. Esta situación ha generado desasosiego e incertidumbre entre los trabajadores del grupo, pero también problemas de logística que han desembocado en una protesta de Asociaciones de Guardias Civiles, que incluso han pedido al ministerio del Interior que les devuelva las competencias totales sobre las prisiones en las que trabaja Ombuds prestando servicios de vigilancia exterior, tal y como ya contamos en elcierredigital.com.
¿Pero quién está detrás de Ombuds? La empresa está formada al 75 por ciento por un fondo de inversión estadounidense, JZI, y el 25 por ciento por varios miembros de la familia Cortina y consta de 8.369 empleados según su propia información registral. Según el sindicato Alternativa Sindical, Ombuds mantiene con la Agencia Tributaria una deuda de más de 40 millones de euros; en sólo dos años, la empresa ha pasado de obtener unos beneficios de más de 460.000 euros a acumular unas pérdidas de 5,9 millones de euros. Según las cuentas de 2018 presentadas en el Registro Mercantil la empresa tuvo ventas por valor de 204.262.687,93 euros, pero sin embargo su balance final arrojó un déficit de -15.735.530,20 euros.
Con la entrada de los americanos de JZI en el negocio de la familia Cortina, Ombusd se convirtió en la segunda empresa del sector en España en materia de seguridad privada, por detrás de Seguritas y justo por delante de Prosegur. A pesar de que los americanos pusieron al frente del negocio a su hombre, Miguel Rueda, quien era conocido por empleados y clientes es Rodrigo José Cortina López, consejero delegado y director general de la compañía.
Rodrigo José Cortina es sobrino de José Luis Cortina, excoronel del ejército que durante el golpe de Estado del 23 F era jefe de la Agrupación Operativa de Misiones Especiales del Cesid, actualmente CNI. Cortina permaneció un año en prisión preventiva, acusado de un delito de rebelión militar por haber hecho supuestamente de enlace entre el general Armada y el teniente coronel Tejero, pero luego fue juzgado y absuelto. Sin embargo, diez años después fue apartado de su destino después de que los planes secretos de intervención del Ejército español en la Guerra del Golfo se filtraran a la prensa. Él ha negado siempre que ambos hechos estuviesen relacionados.
Cortina fundó entonces I2v S.L., una consultora dedicada a la inteligencia y la logística para Defensa y en 2008 creó el Grupo Atenea. I2 y Atenea fueron las semillas del actual grupo Ombuds, a cuyo frente pusieron a Rodrigo, hijo de Antonio Cortina Prieto, hermano del excoronel. Antonio Cortina llegó a prestar servicios de seguridad privada al partido de Fraga al comienzo de los 80. En 1995 fundó Doncorlop y Ombuds, convertidas ahora en dos de las principales empresas de la familia Cortina.
De hecho Doncorlop S.L., fundada en 1995, tiene como administrador único a Rodrigo José Cortina López. Otros dueños de la empresa son Ernercor Inversiones S.L. y Pablocor Inversiones S.L., con un 26,68% cada una, sociedades administradas por otros dos hijos de Antonio: Ernesto Cortina y Juan Pablo Cortina López. Otra parte igual pertenece a Recorti Inversiones S.L., en la que de nuevo aparece José Rodrigo Cortina como administrador único y su padre Antonio como apoderado. El 19,95% restante, en cambio, aparece a nombre de una persona física, Margarita Aracil Pizarro, esposa de José Luis Cortina, que también es socia de Ombuds Logística Integral, otra de las empresas del grupo.
Ombuds de Seguridad es la otra empresa importante del grupo Cortina, fundado en 1995, este grupo de empresas dedicado principalmente a la seguridad y en ella José Rodrigo Cortina aparece como consejero delegado y administrador. Su crecimiento coincidió con el Gobierno de Aznar, cuando Antonio era su directivo. En 1996 Ombuds empezó a ganar contratos tan diversos como el mantenimiento del campo de golf del centro deportivo del aire y el servicio de vigilancia del Museo del Aire. Poco a poco Ombuds se hizo con los contratos de escoltas privados para políticos amenazados en el País Vasco y Navarra.
Más de 60 contratos públicos Desde 2011 la empresa de los Cortina obtuvo más de 60 licitaciones públicas para ofrecer servicios de seguridad, como un contrato de catorce millones de euros para vigilancia y seguridad en instalaciones de Renfe, ocho millones de euros para la vigilancia y seguridad en diferentes edificios de Correos o los contratos de seguridad para varios hospitales militares por cinco millones de euros.
Además, Ombuds de Seguridad fue una de las grandes beneficiadas por la privatización de la seguridad de las prisiones estatales desde 2013. Los sucesivos cambios de gobierno no le fueron mal, porque entre 2011 y 2015, el importe de los contratos públicos que fueron a esta empresa ascendió a unos 30 millones de euros. Tan bien les fue el negocio a la familia que de los 3.660 empleados de 2016 pasaron a 8.369 empleados en 2017 que redujeron en 2018 hasta los 6.942 empleados, de los que el 66 por ciento son fijos. Ahora, tras las pérdidas del último año, la empresa está sujeta a la administración concursal de Baker Tilly Concursal S.L.P.
José Rodrigo Cortina continúa siendo administrador único y gerente de Doncorlop, de Ombuds Logística Integral, de Recorti Inversiones, de Gestión Integral y Mantenimiento Técnico de Inmuebles, Ombuds Servicios S.L. y Ombuds Compañía de Seguridad, que está ahora afectada por el concurso de acreedores por la negativa de los bancos a continuar financiando al grupo. Un hecho que afecta de manera fundamental a la seguridad privada de las cárceles españolas, que tienen que volver a contar con la Guardia Civil para ello.
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