Trablisa y el comité huelga no han vuelto a mantener conversaciones desde hace una semana y ambas partes siguen fijas en su posición
El comité de huelga de los vigilantes de seguridad del aeropuerto de Barcelona-El Prat y la empresa concesionaria de los controles de acceso, Transportes Blindados SA (Trablisa), se verán la cara en los tribunales el próximo 18 de septiembre después de que la adjudicataria pidiera en los juzgados que declarara “ilegal” la convocatoria de paros antes de que empezara la protesta laboral.
La incidencia de la huelga indefinida apenas se ha notado en estas primeras doce jornadas a diferencia de lo que ocurrió hace dos años. Desde el comité se han quejado en todo momento de los “elevados” servicios mínimos decretados por la Delegación del Gobierno en Catalunya –del 90%– y de que la empresa haya contratado nuevo personal o lo haya traído de otras infraestructuras para cubrir las bajas del personal. Asimismo, han subrayado la presión que han recibido los trabajadores por parte de la Guardia Civil, quien tiene la competencia de seguridad en el aeropuerto. En el comité lamentan que hay menos trabajadores por filtro de lo que marca la licitación y de que el tiempo de espera es menor a lo habitual cuando no hay huelga y la empresa señala que hay picos de cola de 20 minutos en horas punta. “La huelga ha provocado que los filtros funcionen con más agilidad que antes”, lamentaba ayer Juan Carlos Giménez, portavoz y asesor del comité.
De hecho, este martes fuentes del comité denunciaban que había agentes del Instituto Armado en los filtros, dando paso a los ciudadanos, colocando bandejas o haciendo las trazas. “Hacían trabajo de vigilantes y auxiliares y llegaba a haber dos agentes por filtro”, se han quejado. Fuentes de Trablisa han señalado esas acciones como “puntuales” en caso de que los trabajadores se demoraran más de la cuenta. Fuentes de la Guardia Civil han apuntado que ante la gran afluencia de pasajeros en agosto y la convocatoria de huelga se ha “reforzado la supervisión para garantizar la seguridad y la fluidez en la infraestructura”. Esas mismas fuentes, esgrimían motivos de seguridad y que no haya “colas interminables” que afecten a los ciudadanos. “Se trata de mejorar el servicio en materia de seguridad” y evitar “el mínimo daño” a los pasajeros, añadían las fuentes consultadas.
El comité tiene pendiente ampliar sus denuncias ante Inspección de Trabajo y los juzgados de El Prat, donde pidieron de forma cautelar que se conserven las grabaciones del aeropuerto, pues sólo se almacenan durante quince días, explican. Con esas grabaciones pretenden denunciar las irregularidades detectadas o las labores que ha realizado estos días el Instituto Armado. Sobre la contratación de personal o el traslado de vigilantes de otras infraestructuras, la empresa ha asegurado que se trata de una práctica legal y que lo que hacen es cubrir las bajas que se producen para lograr el cumplimiento de los servicios mínimos. En el comité denuncian que algunos de esos vigilantes no tiene la formación específica necesaria. La semana pasada se trasladaron a unos cinco vigilantes y esta, a unos diez. De hecho, la empresa ha lamentado que hay varios días en que unas tres personas con carta de servicios mínimos se cogen bajas cortas, por lo que queda descubierto su puesto de trabajo.
Las conversaciones, encalladas Trablisa y los representantes de los trabajadores no han mantenido nuevas conversaciones desde la semana pasada, cuando constataron que sus posturas estaban muy alejadas. El comité quiere que la Generalitat impulse una nueva mediación entre las partes para desbloquear la situación y buscar una salida a sus reclamaciones laborales y salariales y la empresa afirma que son los miembros del comité los que no quieren entablar negaciones si no se aborda la cuestión económica, algo a lo que se niegan en Trablisa. La empresa mallorquina insiste en que se pueden negociar mejoras económicas pero en una negociación colectiva y no con una convocatoria de huelga en curso.
Asimismo, señalan que el plus que reclaman los trabajadores es el mismo que se pedía en febrero y en julio y que ya está sujeto a mediación y que sólo han cambiado el nombre para poder convocar la huelga. Sobre los pluses de productividad que no se han cobrado al ir ligados al bonus/malus , Trablisa afirma que se podría tratar la cuestión en la Mesa de Fomento, ya que sólo se han cobrado en cuatro aeropuertos de toda España: Tenerife, Ibiza, Alicante y Palma. La concesionaria también tiene la licitación en estos últimos tres aeropuertos y admite que los parámetros para cobrarlos, en función de las variables y las valoraciones del servicio podrían no ser los mejores.
Con todo, Trablisa apunta que ellos seguirán al menos hasta junio del año que viene en El Prat y afirmaban hace unos días que tenían intención de seguir en la infraestructura. La licitación se puede prorrogar otros dos años. Por ello aseguran que están condenados a hablar con los representantes de los trabajadores.
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