Los hechos ocurrieron sobre las 22:30 horas del pasado jueves, cuando un vigilante de la estación de RENFE realizaba su labor en los tornos de salida.
Una mujer tenía problemas para salir y se acercó para ayudarle. Dos hombres también se acercaron. Uno de ellos muy corpulento de unos 40 años y más de cien kilos de peso, sin mediar palabra, le asestó dos cabezazos al vigilante en pómulo y nariz que le dejaron aturdido.
Los hechos pudieron ser presenciados por numerosos testigos que se acercaron al lugar. El vigilante de consiguió llamar a la policía nacional, debido a que el agresor, conocido de la mujer, quería continuar golpeándole. La presencia de la policía nacional, lejos de calmar los ánimos, soliviantó aún más al agresor que, junto al otro hombre, mostraron una actitud amenazante y chulesca ante los agentes.
Los agentes lograron identificarles, dando cuenta a la autoridad judicial. La acción quedó pendiente de juicio para el que voluntariamente, al menos diez testigos facilitaron su identificación. El vigilante tuvo que ser atendido por los servicios médicos quienes le extendieron parte de lesiones con pronóstico reservado.
Aún hoy se desconoce el motivo de la agresión. Un compañero del vigilante agredido nos relata que en la estación se hallan solos de servicio, sin apoyo. Las amenazas y problemas con determinadas personas son habituales.
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