Será enterrado hoy en Los Yébenes (Toledo) y la familia se está planteando llevar el asunto a la Justicia
El vigilante de sala del Museo del Greco que sufrió un infarto el domingo 30 de junio murió el martes 16 en el hospital Virgen de la Salud, en Toledo, donde permanecía ingresado desde que ocurrieran los hechos, tal y como ha podido conocer en castillalamancha.es. Recuerden que cuando fueron a utilizar el desfibrilador no funcionó, incidente que motivó una pregunta de Izquierda Unida en el Congreso y la posterior respuesta del Museo. El fallecido, quien responde a las iniciales C.H., de 60 años, será enterrado hoy en la localidad de Los Yébenes, en la provincia de Toledo. Este periódico ha conocido que su familia podría llevar el caso a los Tribunales de Justicia para que se depuren responsabilidades tras no poderse haber utilizado el desfibrilador.
Ese día, el desfibrilador que hay en el Museo del Greco no funcionó El suceso tuvo lugar poco antes de las 10 de la mañana del 30 de junio y el Museo del Greco señaló, en un comunicado que hizo público el viernes 12 de julio, que el hecho de que el desfibrilador no funcionara no era responsabilidad de la institución, sino que su mantenimiento le correspondía “a la empresa de seguridad”. Aseguraban que el desfibrilador que se utilizó es propiedad de la empresa adjudicataria del contrato de seguridad y que estaba ubicado en la sala del control de seguridad, solo accesible para el personal de esta empresa. Y que el museo, de titularidad estatal, no era responsable del desfibrilador ni existía ningún tipo de señalización en las áreas públicas.
Y que después del incidente el trabajador fue trasladado al hospital de Toledo, “por lo que se cumplieron los protocolos establecidos para estos casos”. Suceso que tuvo lugar antes de la apertura del museo y en festivo, “cuando no se exige la presencia de un conservador en el centro, que solo debe permanecer en guardia localizada por teléfono, como así sucedió”. En cualquier caso, en el mismo comunicado la Subdirección General de Museos Estatales se ha comprometido a garantizar la instalación de desfibriladores y su correcto funcionamiento en todos sus centros, incluso cuando la legislación autonómica no lo exige, como es el caso de Castilla-La Mancha, donde se encuentra el Museo del Greco.
Por lo que se está iniciando la tramitación de un expediente de contratación para disponer de estos equipos y de personal formado en su uso en todos los museos gestionados por la Subdirección. En concreto, en la ciudad de Toledo se encuentran el Museo del Greco y el Museo Sefardí.
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