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26 de julio de 2019

TARRAGONA: Agreden a una vigilante de seguridad en la estación de Sant Vicenç de Calders

Los usuarios alertan de la conflictividad de la zona y de que en ocasiones hay un único vigilante

Una vigilante de seguridad tuvo que ser atendida por heridas en manos y brazos debido a la agresión que sufrió en la estación de Sant Vicenç de Calders por parte de un joven que carecía del obligatorio título de transporte.

El ataque fue el lunes. La vigilante pidió al joven que mostrase su billete y por respuesta fue agredida. La vigilante tuvo que ser trasladada en un ambulancia al hospital de El Vendrell. El hombre logró ser retenido hasta la llegada de la policía. El agresor iba con otros dos jóvenes que huyeron y que no han sido identificados. Al retenido se le encontraron sprays grafitear. No obstante fuentes policiales señalan que no se le vio pintar en la estación ni en el tren.

Inseguridad La situación revela la inseguridad que los usuarios denuncian en la estación, pero también la vulnerabilidad del personal de vigilancia. Pese a la conflictividad de la estación y el gran número de usuarios que tiene, generalmente sólo hay un vigilante, lo que es insuficiente en caso de alteración del orden.

La mujer sufriño heridas en los brazos. No es la primera vez que el personal de seguridad sufre agresiones en Sant Vicenç. La más grave sucedió en noviembre de 2016 cuando dos hombres apuñalaron a un vigilante. La víctima se salvó porque llevaba el teléfono en el bolsillo de la chaqueta y frenó el impacto. Los atacantes fueron detenidos por los Mossos después de huir. Los hechos sucedieron a plena luz del día. En este caso dos vigilantes intentaron evitar que dos hombres causasen destrozos en un tren.

En Segu Personal de seguridad alerta de la creciente conflictividad en las estaciones del Baix Penedès. Esta semana un hombre fue detenido por destrozar una puerta en la de Segur de Calafell. Hace unos días otro quedó absuelto por el juzgado pese atacar a dos vigilantes en Segur de Calafell. El juzgado dictó la decisión porque el hombre está diagnosticado de esquizofrenia paranoide y trastorno por abusos de sustancias. Dos vigilantes que iban en el tren le pidieron que bajase y agredió a los miembros de seguridad.

El retenido llevaba diversos sprays. A principios de año 200 vigilantes se concentraron ante la conselleria de Interior de la Generalitat para pedir más protección ante agresiones en metro y tren. Denuncian estar expuestos «sin medidas físicas de seguridad y sin soporte jurídico» ya que no están reconocidos como autoridad. Los vigilantes señalan que difícilmente pueden dar seguridad si ellos son víctima de agresiones. Piden protección de las administraciones, pero también que las empresas les doten de medidas de seguridad como chalecos o guantes antipinchazos. Señalan que esas deberían ser exigencias de la administración para contratar a estas empresas.

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