El Ayuntamiento de Sitges (Barcelona) ha reactivado durante estos días de más afluencia de personas el operativo de la Policía Local de Sitges con apoyo de agentes de seguridad privada para minimizar la venta ambulante irregular en la fachada marítima de la localidad.
Fuentes municipales han informado de que para poder llevar a cabo el operativo han pedido previamente una autorización al departamento de Interior de la Generalitat. El Ayuntamiento llevó a cabo una prueba piloto de este dispositivo conjunto durante la pasada Navidad que finalizó, según el consistorio, "con buenos resultados". Paralelamente, encargó una encuesta para conocer el perfil de los vendedores con el fin de diseñar propuestas de inserción sociolaboral, dentro de un plan integral elaborado por el Ayuntamiento de Sitges para minimizar la venta ambulante irregular en el municipio.
A partir de esta Semana Santa, la Policía Local volverá a contar con el apoyo de una empresa de seguridad privada los 149 días del año en los que hay más proliferación de vendedores ambulantes irregulares en las calles del municipio. En los últimos años, las actuaciones han conseguido trasladar la venta ambulante de las calles del centro del pueblo al paseo de la Ribera y la playa San Sebastián. El número de vendedores en Sitges se ha estabilizado en torno a los 40 o 50, a diferencia de otras poblaciones turísticas catalanas donde el fenómeno se ha incrementado, según ha destacado el ayuntamiento, que reconoce que el número de manteros ha alcanzado el centenar en los momentos más álgidos.
Los resultados del diagnóstico socioeconómico del perfil de las personas vendedoras que se instalan en Sitges ha concluido que se trata de personas que provienen de Senegal, de entre 18 y 28 años, de las que sólo un 6 % son mujeres. Los vendedores de edades superiores a los 40 años, minoritarios, representan un 19 % del total. Según el diagnóstico, más de la mitad de los vendedores han llegado a España directamente desde su país y un 58 % no disponen de documento de identificación español o europeo, mientras que el 56 % asegura vivir en Vilanova i la Geltrú y sólo el 17 % afirman hacerlo en Sitges.
En cuanto a los datos sociales, la mayoría de los vendedores entrevistados tienen un nivel de estudios de primaria o secundaria, y la mayoría comenzó la actividad a través de un amigo o familiar y trabaja por cuenta propia. Del 16 % que trabaja para alguien, el 60 % va a comisión, y la gran mayoría (77 %) dejaría la actividad si tuviera posibilidades de regularizarse o tuviera acceso a un contrato de trabajo formal. EFE
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