La Ertzaintza detuvo ayer en la estación de Ametzola a uno de los atacantes, que le propinó un puñetazo al vigilante cuando le pidió el billete
Un trabajador de Renfe, un vigilante de este servicio y otros dos profesionales de seguridad del metro han resultado contusionados en solo tres días (entre el martes y la noche del jueves), en tres incidentes violentos relacionados con viajeros que presumiblemente no llevaban billete. Esta nueva oleada de agresiones a empleados de los transportes públicos ha suscitado preocupación entre las plantillas, que reclaman más recursos y denuncian «la impunidad» de estos comportamientos y «la pasividad» de las instituciones.
El primero de los ataques tuvo lugar el martes, cuando un interventor fue apaleado por dos individuos en la estación de Irauregi, en la línea Bilbao-Balmaseda (antigua FEVE). El revisor solicitó el abono de transporte a dos hombres y estos la emprendieron a golpes contra él. Primero le propinaron una patada en la zona lumbar para derribarle y, posteriormente, una vez en el suelo, le dieron varios puñetazos en la cabeza, según denunció el Comité de Empresa. Posteriormente, los atacantes huyeron de la estación saltando los tornos de acceso.
El siguiente incidente tuvo lugar en Metro Bilbao. El servicio de seguridad detectó ayer jueves a dos usuarios que posiblemente habían utilizado un único billete para entrar al suburbano por la terminal de Leioa. Por este motivo se les dio el alto a su salida en Algorta. Uno de ellos emprendió entonces la huida. «El otro sospechoso iba en muletas, así que no pudo echar a correr», apuntan fuentes sindicales. El sujeto «comenzó a ponerse agresivo» y lanzó «puñetazos, escupitajos y mordiscos» contra el personal que le intentaba interceptar. «Los dos vigilantes acabaron con contusiones por todo el cuerpo», añaden las mismas fuentes. Metro Bilbao, por su parte, quiso matizar que se trató de una acción enmarcada dentro de la labor antifraude e insistió en que «no fue una agresión» contra los vigilantes.
El último incidente sucedió también ayer, a última hora de la tarde, y se saldó con una detención. Tuvo lugar en la estación de Renfe de Ametzola, en Bilbao, a las 19.30 horas, al pedir un vigilante de seguridad el billete a un individuo. Este le propinó un puñetazo y le abrió una brecha en la ceja. El responsable de seguridad pudo retenerle hasta la llegada de la Ertzaintza, que se lo llevó detenido acusado de un delito de lesiones. Los trabajadores de Renfe denuncian que «no se han aumentado los recursos» para contratar a más vigilantes en 2023, después de que el año pasado sucediera una grave agresión a una supervisora en Trapagaran. Esta mujer aún está de baja laboral. «Estamos muy expuestos por esta falta de medios, por la impunidad que acompaña a estos delitos y por la pasividad de las instituciones», denuncia el comité. Por este motivo convocan una protesta para el próximo viernes en la playa Moyua.
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