La seguridad es un factor clave en los hospitales
Miguel Sánchez Pizarro, director de la Zona Sur en Securitas Seguridad España, proporciona en su artículo algunas claves para reforzar la seguridad en los hospitales.
La pandemia hizo que muchos hospitales se replantearan diversos aspectos críticos de su funcionamiento incluyendo uno tan básico como es la seguridad. Un ejemplo claro de este nuevo enfoque se produjo en el control de los accesos. La llegada de este virus altamente infeccioso supuso un drástico cambiodesde una cultura de entrada prácticamente libre a una estricta restricción del acceso de todo aquel que no fuera paciente o personal del hospital. Con el paso a un segundo plano de la pandemia, se han moderado los requisitos de entrada, pero lejos de volver a un pasado de visitas injustificadas y familias enteras asistiendo a las consultas, la lógica se ha impuesto y muchas de estas medidas persisten hoy en día. Controlar quién entra y para qué, así como los niveles de ocupación de las distintas dependencias hospitalarias sigue siendo una prioridad.
Refuerzo de la seguridad en los hospitales Si bien en muchos hospitales este refuerzo de la seguridad fue afrontado durante la emergencia sanitaria mediante la acumulación de recursos humanos, con la vuelta a la normalidad, esta estrategia no resulta sostenible en el tiempo. La respuesta a este y otros nuevos escenarios de la seguridad en hospitales requiere en cambio un análisis holístico de los diferentes riesgos que afectan a estas instalaciones. Ese diagnóstico ha de realizarse de manera particular para cada hospital puesto que incluso en centros con características similares, factores como la localización entrañan riesgos, y soluciones, diferentes.
La «receta» resultante ha de ser por tanto totalmente personalizada pero siempre va a consistir, en el mundo en el que vivimos, en una combinación de recursos humanos y tecnología que permita mitigar esos riesgos de manera eficiente y sostenible en el tiempo. Esta incorporación de tecnología incluye los sistemas de seguridad electrónica más habituales (cámaras, sistemas de control de accesos, etc.), pero también nuevas herramientas como las basadas en IoT (Internet of Things), o como ya se ha acuñado en el ámbito sanitario IoHT (Internet of Healthcare Things). Instrumentos que sirven para apoyar no solo la seguridad del personal mediante, por ejemplo, dispositivos de SOS y geolocalización que detectan y alertan de situaciones de riesgo, sino que contribuyen también a otros aspectos del buen funcionamiento del hospital como la trazabilidad de vacunas, residuos con riesgo biológico o equipamiento sensible.
Algunas soluciones innovadoras cuya eficiencia ya está ampliamente comprobada son, por ejemplo, el conteo y vigilancia mediante inteligencia artificial de los accesos de los hospitales, el control de errantes, la monitorización de las camas o el uso de la tecnología BLE (Bluetooth Low Energy) para enviar información mediante sondas de temperatura sin cableado. Para poder contar con hospitales seguros y sostenibles, estos análisis de la situación y del uso de recursos han de hacerse con cierta frecuencia, puesto que los riegos cambian y es necesario situarse siempre un paso por delante.
Sin embargo, algunos hospitales, especialmente en el ámbito público, tan importante en el modelo sanitario de nuestro país, siguen anclados en un modelo anticuado basado en el uso intensivo de personal de seguridad. Esto se traduce en pliegos de contratación que solo consideran el precio/hora de la vigilancia y que obvian otros aspectos como la calidad del servicio, la especialización o la eficiencia que aportan las nuevas tecnologías. Más del 17% de los ciudadanos españoles, según datos del último CIS, consideran la situación actual de la sanidad como uno de los tres principales problemas del país, una preocupación que lleva creciendo desde 2012. La seguridad en los hospitales debería contribuir a mitigar esta percepción dejando de ser parte del problema.
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