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19 de mayo de 2023

Helena Revoredo, la dama Prosegur

La sociedad familiar Gubel controla la mayoría del grupo, donde Helena sigue con mando en plaza pese al papel creciente de los hijos

Helena Revoredo, riquísima dueña de la compañía de seguridad Prosegur, nació hace 76 años en Rosario (Argentina). Pero es castellana. No porque viva en España desde hace más de 40 años o porque los castellanos nazcan donde les plazca, sino porque Revoredo es dueña y señora, entre otras propiedades, del castillo de Torrefuerte en Salvacañete (Cuenca). La fortaleza del siglo XIII y la finca en la que se ubica -punto estratégico de tres antiguos reinos, Castilla, Valencia y Aragón- cubre, al menos, tres funciones para su propietaria: es símbolo de su estatus social elevado; facilita la práctica de la caza, una de sus pasiones y contribuye a la caja de las empresas de la familia con la explotación y la organización de eventos. Porque un grano no hace granero, pero ayuda al compañero. Nunca se deja atrás un euro.

Torrefuerte es sólo una tesela del mosaico societario-empresarial construido por la matriarca y la familia Gut Revoredo en el último medio siglo alrededor de los servicios globales de seguridad. El centro es la sociedad patrimonial familiar Gubel, que controla la mayoría de Prosegur y en la que Helena sigue con mando en plaza pese al papel creciente de los hijos y, especialmente, el de los dos menores -Bárbara y Germán-.

Fuentes de la compañía señalan, al respecto, que “no ha habido cambios ni en el control ni en la gestión (de la patrimonial)”. Alrededor de Gubel hay otras sociedades: de inversión -Romer Capital-, agrícolas, cinegéticas o inmobiliarias que han facilitado un buen discurrir de la fortuna familiar a inversiones tan lógicas como rentables -Repsol, Talgo, Pharmamar, Meliá, entre otras-. Una senda inversora que llevó a Revoredo a la sillería del coro del Ibex, con asiento en el Banco Popular, Endesa o Mediaset, consejos en los que ya no participa.

En ese espacio se han fajado Helena Revoredo y Prosegur. Con buen resultado. La familia Gut Revoredo es una de las grandes fortunas del país, y Prosegur, con cinco unidades de negocio -sistemas integrales de seguridad (SIS), logística de valores y gestión de efectivo, alarmas, ciberseguridad y servicios de valor añadido- factura más de 4.000 millones de euros anuales, trabaja en 31 países y emplea a 150.000 personas. Un imperio con balcón en Bolsa desde 1987. Es un éxito para alguien como Revoredo, que llegó al negocio de la seguridad privada por los empujones de la vida. Su marido Herberto Gut, fundador de la compañía en España -por encargo inicial del empresario argentino Amadeo Francisco Juncadella -falleció en 1997 en un accidente de automóvil en Buitrago de Lozoya (Madrid).

Amadeo Juncadella La historia más trillada de los Gut-Revoredo, fundadores de Prosegur en España, deja en un segundo plano -quizá injusto- el papel de Amadeo Juncadellas -hermano y socio del comodoro de la Fuerza Aérea Argentina Enrique Juncadella-. En la versión argentina del éxito Prosegur, Amadeo Juncadella fue quien plantó la semilla de la compañía en España en 1975, para venderla posteriormente a un grupo de inversores españoles encabezados por Huberto Gut. Son versiones del relato. La historia final siempre la cuenta el ganador.

Helena Revoredo ha ganado, aunque no lo ha tenido fácil. Con 50 años y cuatro hijos -dos varones y dos mujeres-, Revoredo, hija del empresario de la metalurgia Juan Federico Revoredo Johnson- se asomó a la fuerza, pero con decisión, a un negocio controlado por hombres. Primero, entre los años 1997 y 2004, desde la vicepresidencia de la compañía, y posteriormente como presidenta de la empresa. Formada en administración y dirección de empresas en Argentina (Universidad Católica de Buenos Aires) y en España (IEE), capaz de expresarse en cuatro idiomas (inglés, francés, alemán y español) Revoredo tuvo la habilidad suficiente para cabalgar una ola - la sensación de inseguridad, real o forzada- que, especialmente en los últimos años, se ha convertido en un negocio con valor en Bolsa.

Lo dicen los analistas. El sector de la seguridad privada vive una revolución. Es un negocio en expansión en todo Occidente en el que han irrumpido las grandes tecnológicas con Estados Unidos como mascarón de proa y el concepto Smart Home Security de ariete. Un concepto que en España ha movido el sector con operaciones como la compra del 50% de Prosegur Alarmas por Movistar (Telefónica) hace tres años; el acuerdo comercial de Vodafone España y Securitas Direct o la alianza sellada entre El Corte Inglés, a través de su empresa de seguridad Sicor, y MásMóvil.

En la vida y en los negocios es importante combinar en la proporción adecuada decisión, recursos e intuición. La empresaria Revoredo dio con su fórmula: cazadora y melómana; señora de castillo y vicepresidenta del patronato del Teatro Real; madre coraje y guardiana celosa de la intimidad familiar. Helena Revoredo nunca ha hecho exhibicionismo de su fortuna y nunca ha concedido una entrevista. Una vida relativamente anónima entre amigos ilustres: los Entrecanales, Abelló, Botín o March.

Hijos Revoredo está en la etapa, siempre difícil, de pensar en el relevo. Los hijos han aumentado su papel en la patrimonial familiar Gubel y controlan el puente de mando del grupo. El mayor, Christian, es consejero delegado de Prosegur y Chantal, la segunda hija, consejera ejecutiva. La discreción, como conviene a su historia y su fortuna, sigue siendo su cruz de guía.

En los últimos años, sólo en una ocasión se abrió la reja. Fue en la boda del hijo menor, Germán -año 2015- cuando varios helicópteros velaron en los cielos por la seguridad de los invitados al banquete en la finca el Mentidero de la Villa (Madrid). Una muestra de poderío. El grupo Prosegur no ha facilitado ningún dato relacionado con su presidenta. “Como política de empresa, no proporcionamos información personal sobre nuestro equipo directivo o la presidenta”. Ante todo, la seguridad del castillo.

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