¿Cómo evolucionará el sector de la seguridad privada de aquí al año 2030? Puede que la pregunta resulte difícil de contestar en este momento, pero Seguritecnia ha contado con la participación de cerca de 500 profesionales para tratar de aproximarse a esa duda.
El estudio Seguridad Privada en España: hacia 2030, que viene a continuación, refleja el análisis de las opiniones que nos han aportado todos ellos acerca de temas variados como la tecnología, las nuevas amenazas y riesgos, la colaboración público-privada, la normativa, el personal, el mercado o las soluciones de seguridad. A todos ellos queremos darles las gracias por su inestimable contribución, que permite vaticinar cuáles serán los derroteros por los que transitará el sector de la seguridad privada en los próximos siete años.
La seguridad privada afronta un panorama de constante evolución para adaptarse a las necesidades de la sociedad actual, que igualmente vive en un continuo cambio. La cuestión es cómo se producirá ese acoplamiento y cuáles son los principales retos, necesidades y desafíos sobre los que tendrán que poner atención los actores del sector. De eso trata este estudio titulado Seguridad Privada en España: hacia 2030, de conocer la visión de los profesionales en torno a varios aspectos que serán determinantes para el progreso o retroceso de esta actividad durante lo que queda de década.
Para ello, hemos llevado a cabo una encuesta abierta entre los meses de febrero y abril que ha recibido cerca de 500 respuestas de profesionales de la seguridad de diferentes perfiles (a los que reiteramos nuestro agradecimiento). La encuesta ha consistido en 10 preguntas que aborda los siguientes temas: tecnología, amenazas y riesgos, colaboración público-privada, normativa, recursos humanos, formación profesional, el mercado y soluciones de seguridad. A continuación puede conocer cuáles son los resultados del estudio y cuáles son las perspectivas de los profesionales para los próximos años.
Factores impulsores de la seguridad privada en 2030 Existen diversos factores que marcarán irremediablemente el devenir de la seguridad privada en los próximos años. Para llevar a cabo este estudio se han planteado ocho concretamente, por considerarlos los más influyentes en la evolución que pueda tomar el sector de aquí al año 2030.
En este sentido, existe casi unanimidad a la hora de considerar que la tecnología aplicada a la seguridad será punta de lanza como factor de impulso y desarrollo del sector; el 70,29% de los participantes han seleccionado al menos esta opción. Otros factores potenciadores de esta actividad sobre los que parece haber cierto consenso son la formación de los profesionales (el 52,17% de los panelistas así lo considera) y los cambios normativos (47,83%). Otros elementos como el aumento de las amenazas y riesgos, la colaboración público-privada, la especialización de la oferta o la aparición de nuevos servicios tendrán menos impacto según este estudio.
Finalmente, la opción menos considerada a la hora de impulsar el sector es la aparición de nuevas empresas. En el apartado de “otros”, abierto a los participantes, se han señalado diversas observaciones en torno a las necesidades del sector, como una mejor selección de profesionales por parte de las empresas o la consideración de agentes de la autoridad para los vigilantes.
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