Para UGT la propuesta es un "escollo" para acordar la prórroga de los Erte. El Gobierno busca cómo incentivar la reactivación de los trabajadores. El número de trabajadores en Erte bajó de los 600.000 a 11 de mayo.
El Gobierno planteó ayer a CEOE y sindicatos prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (Erte) hasta el 30 de septiembre. Como novedad, propuso castigar la continuidad de los asalariados en Erte con el fin de empujar a las empresas a ir retomando la normalidad y, a cambio, premiar la vuelta de las plantillas a la actividad.
Los secretarios de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, y el de Seguridad Social, Ismael Arroyo, pusieron encima de la mesa que negocia la prórroga de los Ertes (vigentesa hasta el próximo 31 de mayo) una reducción de la cuantía de las exoneraciones a la Seguridad Social para los trabajadores que siguen en Ertes y aumentar los beneficios en las cuotas que se aplican actualmente para los que vuelven a la actividad, según adelantó el secretario de Política Sindical de UGT, Gonzalo Pino, al término de la reunión. El sindicalista advirtió de que este cambio de estrategia supone, para UGT, un "escollo" para alcanzar un acuerdo. El próximo jueves 21 de mayo volverán a reunirse.
Cambio de estrategia Tanto los sindicatos como los empresarios siempre han defendido una estrategia opuesta en la que se favorezca a las empresas que más lo necesitan, aquellos cuyas plantillas están en Erte, porque entienden que si continúan en el expediente no es por gusto, sino porque no hay suficiente actividad. Hace unas semanas ya se produjo un debate en el seno del Consejo de Ministros. De un lado, la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, defendieron la necesidad de introducir cambios en el actual modelo incentivando la salida de los trabajadores. Del otro, la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se posicionó del lado de mantener el modelo como hasta ahora.
Escrivá reiteró hace unos días que, aunque se mantendrá el marco general vigente de los Erte, desde el Gobierno se quiere "poner énfasis" en los incentivos a la reactivación de los trabajadores, como se hizo el pasado verano. Actualmente, las exoneraciones para los sectores ultraprotegidos y empresas de su cadena de valor son del 85% para empresas con menos de 50 trabajadores y del 75% para las que tienen más de 50 empleados, tanto para empleados reincorporados como para suspendidos.
En los Erte por impedimento de actividad, las exoneraciones son del 100% para empresas con menos de 50 trabajadores y del 90% para las que tienen más de 50 empleados en plantilla, mientras que en los de limitación las exenciones son decrecientes hasta mayo de 2021. Para empresas de menos de 50 trabajadores, éstas fueron del 100% en febrero, del 90% en marzo y del 85% en abril y serán del 80% en mayo. Para las que tengan más de 50 empleados, estos porcentajes son del 90%, del 80%, del 75% y del 70%, respectivamente
En mínimos de la pandemia
Por otro lado, el 11 de mayo había 598.427 trabajadores en Erte, lo que supone bajar por primera vez de los 600.000 en estos 15 meses, según la Seguridad Social. Supone una reducción de 38,8% sobre el máximo de 978.427 personas de este año, registrado el 5 de febrero, en la tercera ola como consecuencia de los fiestas navideñas. Este rebrote supuso que los asalariados en Erte aumentasen en más de un cuarto de millón, pues el año arrancó con 698.813 personas acogidas al Erte. Desde el 5 de febrero se ha ido reduciendo de forma paulatina los asalariados en Erte. A las dos semanas, el 20 de febrero, se rompió la barrera de los 900.000, el 6 de marzo la de los 800.000 y el 20 de marzo la de los 700.000. Sin embargo, la salida de los expedientes se ralentiza y hay que esperar casi dos meses para colocar los afectados por debajo de los 600.000.
El registro diario de la Seguridad Social va parejo a la evolución de la pandemia y las olas de nuevos contagios. En estos quince meses, el máximo se tocó el 20 de abril del pasado año cuando 3.608.520 asalariados estuvieron en las listas del Sepe cobrando de un Erte. La desescalada paulatina fue reduciendo el listado hasta un mínimo de 632.370 trabajadores el 11 de octubre. La segunda ola, impacto de las vacaciones de verano, encontró su cénit el 20 de noviembre con 918.627 personas que fue decayendo hasta el 2 de enero del presente año, cuando empezó el repunte de la tercera ola de contagios.
Diferencias del impacto entre CCAA y las actividades productivas Los trabajadores de Erte continúan muy concentrados, tanto geográficamente como por actividades. El impacto sobre el turismo provoca que las zonas costeras, en especial los dos archipiélagos, sean los que más sufren. A mediados de mayo, en Canarias permanecían en Erte el 13% del total de los asalariados afiliados y en Baleares el 8,13%. Por actividades, once superaban el 10% de sus afiliados en Erte, con las agencias de viaje, con un 61,% de su fuerza laboral a la cabeza, seguido de servicios de alojamiento, en un 47,5%.
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