Partiendo de cero y obligada a formar talento, Prosegur se ha convertido, en solo tres años, en pionera en la automatización robótica de procesos para mejorar la eficacia de sus servicios.
Estamos acostumbrados a ver al personal de vigilancia de Prosegur gestionando la seguridad en diferentes centros o acudiendo a los avisos de alarma en viviendas. Sin embargo, no somos conscientes de los desarrollos tecnológicos que hay detrás de estos servicios ni de cómo, en muy poco tiempo, la compañía ha conseguido automatizar completamente numerosos procesos. La estrategia de la compañía sitúa la digitalización y la innovación como ejes centrales de su transformación. Con el fin de hacer realidad ese objetivo, en julio de 2017 empezaron a trabajar con la Automatización Robótica de Procesos (RPA, en sus siglas en inglés). Hoy, es un área que cuenta con 120 empleados distribuidos en seis países.
Tras salvar las dificultades iniciales para encontrar talento con esa formación específica, a finales de 2017 ya estaba en activo el CEAR (Centro de Excelencia en Automatización Robótica). Los dos primeros proyectos afectaron a recursos humanos (baja y alta de contratos) y al departamento financiero (informe de facturación para clientes). Actualmente, son ya 352 los procesos automatizados, con un ahorro de más de medio millón horas/hombre y “el objetivo es seguir manteniendo crecimientos de 120 procesos al año. Todo ello con un modelo altamente eficiente, que escala, es elástico y sostenible”, resalta Fernando Cisneros, director corporativo de Digitalización, Automatización y Robótica en Prosegur.
Un ejemplo de estos desarrollos se observa en los servicios de Prosegur Cash en Brasil. “En las actividades relativas a gestión de efectivo hemos podido automatizar diversos procesos con los que hemos ganado en inmediatez y calidad del dato. Con la ayuda de la tecnología, estamos eliminando posibles pérdidas por incorporar información manualmente de manera incorrecta”, apunta. Otro ejemplo. En España, las compañías de seguridad privada deben informar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad sobre los servicios de vigilancia que prestan a sus clientes (ubicación, número de vigilantes, etc.). Hoy,en Prosegur, estas tareas también las realiza un robot.
Otra aplicación de éxito sería en el ámbito de los recursos humanos, donde todas las altas, bajas o modificaciones en los contratos laborales ya solo pasan por procesos automatizados. “Ganamos mucha agilidad en picos operativos como, por ejemplo, cuando se organiza un evento masivo ya que contamos con la capacidad necesaria para dar de alta a miles de personas en un solo día”, explica Cisneros.
Inteligencia artificial y trabajo humano Hoy en día también utilizan diversas tecnologías para hiperautomatizar los desarrollos de negocio mediante inteligencia artificial. Es el caso del BPM (Business Process Management), un software que permite modelizar, implementar y ejecutar procesos automáticamente. O el uso de motores OCR basados en el reconocimiento óptico de caracteres.
La inteligencia artificial también ha permitido crear un motor basado en machine learning que facilita tareas como la extracción de información útil durante la facturación. Los empleados que supervisan esos motores en los Centros de Robotización, Excelencia, Automatización y Digitalización (CREAD) que la compañía tiene en Chile, Perú, Brasil y España son personas con discapacidad. “Actualmente, hay 40 trabajadores que no se limitan a controlar la digitalización del papel, clasificación y su archivo en una herramienta, sino que también dan soporte al motor de machine learning mediante la interacción. En definitiva, operan como sus jefes”, explica el responsable.
Para Cisneros, automatizar procesos incrementa de forma evidente la calidad de los servicios, la productividad en el día a día y la reducción de costes. Al mismo tiempo, estos procesos permiten que los trabajadores puedan dedicarse realmente a aquellas tareas que suponen un verdadero valor añadido. De hecho, hay empleados que antes se dedicaban a operaciones o labores administrativas y ahora dan soporte a los robots, supervisan el trabajo de las máquinas, se centran en la toma de decisiones, etc.
“La transformación digital de los centros de trabajo pasa siempre por la transformación de la cultura empresarial. Si la persona se ve amenazada, se resiste a entenderlo y actúa como freno. Esto va de personas, de aportarles valor”, aclara el directivo. Además, considera que la covid ha acelerado, en general, la transformación tecnológica de las compañías: “Ya no va tanto de mejorar la calidad o ser más eficiente. Ahora, o lo eres o las empresas desaparecen. La transformación digital es la palanca fundamental para intentar salir de esta crisis”.
Formación Generation Tan innovador era el plan de crear el departamento de automatización que Prosegur se topó con la imposibilidad de incorporar personal con conocimientos en una tecnología así de nueva, sobre todo, si había que conformar el equipo en un tiempo récord. De esta manera, surgió la idea de generar esos técnicos especialistas sirviéndose de Generation, un proyecto auspiciado por grandes multinacionales, destinado a jóvenes desempleados para proporcionarles las habilidades y el apoyo que necesitan con el fin de alcanzar el éxito personal y profesional. De hecho, durante las ocho semanas de formación en automatización de procesos se fomentaron tanto las destrezas técnicas como otro tipo de habilidades blandas (soft skills) esenciales para lograr que destaquen los buenos profesionales. De los 30 alumnos formados en esa edición de Generation, Prosegur contrató a 21 de ellos.
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