La empresa de transporte oculta tocamientos a una chica y la batalla campal que se desencadenó después, en la que 'racaneó' el empleo de vigilantes de seguridad
Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) oculta una agresión sexual a una chica en el Metro de Barcelona. La empresa de transporte ha tapado los tocamientos a una chica el viernes sobre las siete de la mañana en la estación de Ciutadella-Vila Olímpica y la batalla campal que se desencadenó después, y en la que racaneó el empleo de vigilantes de seguridad.
Oficialmente, TMB informó a este medio el viernes de un episodio violento protagonizado por tres viajeros que "obstaculizaban el paso" en el apeadero. Admitió que "algunos vigilantes" habían requerido atención médica y que interpondrían la correspondiente denuncia. Sobre todo, no obstante, tildó de "leve" el suceso. Fuentes policiales han rechazado hoy rotundamente el carácter anecdótico del ataque. "La reyerta se inició con una agresión sexual, los tocamientos al culo y partes íntimas de una chica española que regresaba de fiesta con su amiga", han indicado. Las mismas voces han recalcado que la jefe de estación se habría apercibido del ataque y del posterior intento de robo de los tres varones, de 21, 26 y 28 años, de origen georgiano y carteristas habituales del suburbano.
Desprendimiento de retina por golpes Tras ello, fuentes no oficiales de los Mossos d'Esquadra han indicado a este medio que acudieron al lugar del asalto sexual y hurto dos vigilantes de seguridad, que fueron agredidos por los cacos. Al pedir refuerzos, acudió una de las llamadas MAV o unidades móviles de seguridad, uno de ellos guía canino. "Pero acabó ahí. Cuatro contra tres, muy violentos y que arremetieron a golpes contra los guardias, de la contrata de Securitas. El centro de control descartó enviar a más equipos, pese a que había tres más en un radio de 12 minutos", han indicado agentes del cuerpo.
En su lugar, la dirección de seguridad de TMB apostó por activar el Código 88, la llamada a los Mossos d'Esquadra. Al llegar una patrulla de agentes, éstos fueron recibidos con más agresiones. Efectivos del cuerpo han hecho hincapié en que un sargento de la policía catalana está herido. De los vigilantes, cuatro están de baja, uno de ellos con cortes y un golpe en el pómulo. El más grave presenta un desprendimiento de retina.
"Se negaron a enviar más equipos" El episodio fue de tanta virulencia que los Mossos explican que acudió hasta la estación uno de los equipos MAV de refuerzo de motu propio, contraviniendo órdenes del centro de control de TMB. No obstante, desde la sala de vigilancia se les ordenó que "no bajaran al andén", donde vigilantes y efectivos de la policía autonómica se estaban enfrentado a tres individuos muy violentos "y que habían consumido alguna sustancia estupefaciente, posiblemente cocaína".
Finalmente, los individuos fueron arrestados por los agentes, que les imputan presuntos delitos de atentado contra la autoridad y lesiones leves. No obstante, el incidente ha envenenado las relaciones entre TMB, Securitas y los propios Mossos, ya que la empresa de transporte vetó y rechazó en varias ocasiones el refuerzo de la intervención de seguridad. "Hay personal que se plantea denunciar no solo a los agresores, sino al director de seguridad de guardia. Desde los Mossos, no se entiende como TMB descartó enviar a más vigilantes sabiendo que la Unidad de Seguridad Ciudadana (USC) de Sant Martí está desbordada cada noche y que la estación de Ciutadella es conflictiva", explican. Agregan que las chicas atacadas por los tres carteristas anunciaron su intención de interponer denuncia.
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