Los ataques de los vándalos contra los vagones del metro se han recrudecido los últimos meses. Los más recientes tuvieron lugar hace pocos días. Concretamente, el día de Nochebuena varios grupos de grafiteros ensuciaron los trenes que se encontraban estacionados en los sacos de las estaciones de Estadio Metropolitano y Tres Olivos.
Al día siguiente, en Navidad, pintaron los trenes estacionados en el saco de la estación de Alameda de Osuna y un tren que circulaba en la línea 10 del metro.En muchos casos, los vándalos, que suelen actuar en grupos grandes, agreden a los vigilantes. Por eso y por las agresiones que sufren también por parte de las bandas latinas, el sindicato Alternativa Sindical, Metro de Madrid y las empresas concesionarias de la seguridad del suburbano irán a juicio el próximo 24 de enero por una denuncia por presunto incumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos por falta de medios a la hora de proteger a los vigilantes, según informó ayer el sindicato en un comunicado.
El colectivo de vigilantes interpuso una denuncia ante «las múltiples agresiones que vienen recibiendo por grafiteros, bandas latinas y otros delincuentes que frecuentan la red del suburbano» sin que Metro de Madrid y las subcontratas de seguridad hayan puesto, según manifiestan, «los medios necesarios de protección y defensa al colectivo de seguridad». Alternativa Sindical ha demandado a Metro y a las cuatro empresas de seguridad que operan desde el pasado enero porque consideran que las condiciones de trabajo de los vigilantes de seguridad son «gravosas para su integridad y su salud». El juicio tendrá lugar en el Juzgado de lo Social número 21 de Madrid.
«Dado que la red de Metro es un servicio de bastante riesgo para los vigilantes y estos, a lo largo de los años han sufrido todo tipo de agresiones, pedimos el cumplimiento de la Ley de prevención de riesgos laborales, que deben acatar Metro y las empresas contratistas para proteger a sus trabajadores», señala el colectivo, informa Europa Press. En la demanda se solicita que se condene a las demandadas a cumplir con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. «Los vigilantes de seguridad necesitan un chaleco anti-trauma y anti-pinchazos, destinado a evitar agresiones con objetos punzantes y contusiones, y unos «guantes anticorte», útiles a la hora de cachear a supuestos delincuentes antes de entregarles a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado», señalan.
Además, destacan que es «lamentable» el número de agresiones que padecen los vigilantes en el metro, ya que tienen órdenes específicas, tanto del cliente como por parte de la empresa de seguridad, de permanecer en puestos de alta conflictividad en instalaciones críticas frente a agresiones de grafiteros.
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