Trabajadores de Eulen Seguridad denuncian a la empresa ante la Inspección de Trabajo y reclaman Equipos de Protección Individual a raíz del incremento de inmigrantes atendidos en los hospitales "sin control sanitario" previo.
En 2014 ingresó en el Hospital Regional Carlos Haya de Málaga un hombre con posible virus del Ébola y los vigilantes estuvieron expuestos varias horas. Un portavoz del complejo hospitalario de Málaga sostiene que el centro dispone de varios equipos "a disposición de cualquier personal que pudiera verse afectado, incluido el personal de seguridad del centro"
Los vigilantes de seguridad del complejo hospitalario regional de Málaga llevan meses reclamando a las autoridades sanitarias y a la empresa Eulen Seguridad, a la que pertenecen, los Equipos de Protección Individual (EPI) necesarios para casos de enfermedades infectocontagiosas, pero ante la falta de una respuesta positiva a sus demandas han decidido denunciar su situación ante la Inspección de Trabajo, para evitar situaciones como la que vivieron en agosto de 2014, cuando ingresó un enfermo procedente de Antequera "supuestamente infectado" con el virus del Ébola.
Entonces fue necesario activar el protocolo de emergencia y al personal del hospital se le facilitaron los Equipos de Protección Individual, cosa que no ocurrió con los vigilantes de seguridad, a los que se proporcionó "una bata de papel, mascarillas y guantes de látex", por lo que éstos se vieron expuestos al contagio de un virus letal al estar custodiando al enfermo desde las 3.00 hasta las 9.10 horas, aunque al final resultó ser una falsa alarma, según relata el escrito de denuncia contra Eulen presentado el pasado 3 de septiembre en la Inspección de Trabajo y al que ha tenido acceso EL MUNDO.
Los representantes sindicales del Centro de Trabajo consideran que la empresa no ha solventado la situación a día de hoy e incurre en el incumplimiento de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales con la comisión de una "infracción grave, ya que dicho incumplimiento supone un riesgo grave para la integridad física o la salud de los trabajadores afectados", como ya ocurrió hace cuatro años, cuando éstos se vieron expuestos "por discrepancias" entre el responsable de Seguridad del centro hospitalario del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y Eulen "sobre quién debía facilitar los EPO a dichos trabajadores", de lo cual fue informada también la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.
El pasado 22 de agosto, "alertados por reciente ingreso en la UCI del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de un inmigrante con malaria" y debido al incremento "en los últimos tiempos" del acceso al servicio público sanitario en Málaga de "personas procedentes de otros países donde se manifiestan este tipo de enfermedades de carácter epidémico-contagioso, en muchos casos sin haber pasado los controles sanitarios de rigor", el delegado de Prevención del Centro de Trabajo de Carlos Haya solicitaba a la empresa la puesta a disposición de los vigilantes de seguridad en todos los hospitales de la provincia y centros con servicio de urgencias, de los "equipos de protección adecuados, para poder desarrollar sus trabajo en condiciones de seguridad y salud, sobre todo en aquellas situaciones de riesgo inminente". También se han dirigido a la Dirección de la Plataforma de Logística Sanitaria de Málaga y del Complejo Hospitalario, ya que Eulen está contratada por el SAS, para solicitar la dotación de EPI en los hospitales de Málaga para el personal de seguridad, y opinan, desde el área sindical, que si la empresa no cumple la legislación laboral, se podría considerar el incumplimiento del contrato con el Servicio Andaluz de Salud.
Pero el departamento de Prevención de Riesgos de Eulen responde en una misiva que una vez revisados "los riesgos asociados al puesto de trabajo, la evaluación de puestos y los riesgos comunicados por el cliente (SAS)", se considera que los equipos de protección individual necesarios "para el desempeño seguro de su actividad se encuentra a disposición de los trabajadores que así lo requieran". Para las situaciones de "riesgo excepcional" la empresa quedará siempre a expensas de "los criterios de las Autoridades Sanitarias expertas en la materia", aunque no descarta reevaluar la situaciones, riesgos posibles y medidas preventivas. Los representantes de los trabajadores tildan de "insuficiente" dicha respuesta a la hora de prevenir con eficacia los agentes infecciosos de carácter epidémico tipo Ébola, y pretenden que no se repitan los hechos del pasado 30 de agosto de 2014, aunque hasta la fecha no se han facilitado los equipos ni ha habido más comunicación, según fuentes sindicales.
Un portavoz del Hospital Regional de Málaga aseguró a EL MUNDO que, tal y como indica el procedimiento, el centro dispone de los denominados Equipos de Primera Intervención (EPI) para actuar ante enfermedades infectocontagiosas, y "en caso de necesidad, estos equipos están a disposición de cualquier personal que pudiera verse afectado, incluido el personal de seguridad del centro". Los citados equipos "no se entregan con carácter previo sino cuando se declara una situación de riesgo o emergencia", en cuyo caso se suministra a todas las personas que lo necesiten, con el fin de preservar las garantías de seguridad establecidas y planificadas para este tipo de situaciones.
Fuentes sindicales han hecho hincapié, asimismo, en la importancia de formar al personal de seguridad en actividades teórico/prácticas relacionadas con agentes de carácter epidémico, mediante simulacros y el uso de los EPI, ya que los vigilantes, como parte primordial del protocolo de emergencias, son los encargados de custodiar y evitar que se ausenten o se acceda a la zona afectada, manteniendo el aislamiento y evitando la propagación de cualquier agente infeccioso.
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