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9 de diciembre de 2018

BARCELONA: El comercio del Paseo de Gracia se coordinan por WhatsApp para identificar a los ladrones y denunciarlos

Colaboración ciudadana

Los profesionales se coordinan por WhatsApp para identificar a los ladrones y denunciarlos a los Mossos Los comerciantes tienen un contacto muy fluido con los Mossos, y los agentes suelen atender sus requerimientos rápidamente

El grupo de WhatsApp de restauradores, comerciantes y hosteleros del paseo de Gràcia bulle de alegría. “Alguien robó a una clienta de una zapatería de lujo, le metió la mano en el bolso –explica la administradora de este grupo formado por 123 recepcionistas, encargados de tiendas, guardias de seguridad...–. Los responsablesdel establecimiento revisaron sus cámaras de seguridad e identificaron a una mujer que un mes atrás cometió otro robo allí mismo. Rápidamente hicieron circular su fotografía por el grupo. Se trata de una mujer de unos 40 años, muy bien vestida, como cualquier otro cliente...”. El vigilante de seguridad de otro conocido establecimiento la reconoció y la retuvo hasta que llegaron losMossos d’Esquadra y la detuvieron. “La gente del grupo lo vivió como una victoria de todos”, agrega la administradora.

Los comerciantes del paseo de Gràcia están decididos a hacer ­frente a los ladrones multirreincidentes que se aprovechan de los agujeros del sistema legal para cebarse en sus negocios y en sus clientes. Cuarenta y cinco empleados recibieron una clase especial sobre seguridad de los Mossos. La asociación Amics del Passeig de Gràciaacaba de encargar a un bufete de abogados que elabore una nuevaestrategia legal, que estudie cómo pueden los negocios personarse como acusación popular contra todos los delincuentes que actúan en este eje. Además, los comerciantes también están echando mano delingenio. Muchos establecimientos de lujo, sobre todo joyerías, ya no entregan a sus clientes bolsas con sus logotipos, ­sino otras planas que no dan ninguna pista de su contenido. De este modo los clientes no llaman tanto la atención. Las bolsas de las joyerías son un codiciado objetivo para los ladrones.

“Nos enfrentamos a unos delincuentes cada vez más especializados y profesionales –prosigue la administradora del grupo de Whats­App–. Acuden a las tiendas vestidos con algunas de las prendas que robaron, llevan complementos de grandes marcas , como si fueran turistas muy adinerados. El otro día, mientras unos despistaban a los dependientes mostrándose muy interesados en unos bolsos, otros se llevaron los que estaban en el escaparate. Y como ya saben que sabemos quiénes son, se disfrazan con pelucas, barbas postizas ¡algunos incluso emplean sillas de ruedas para hacerse pasar por ancianos impedidos! Y, además, también sufrimos a los relojeros, a los de guante blanco que te quitan el reloj sin que te des cuenta, y también a los violentos que tratan de imitarlos, a los que te lo arrebatan a golpes”.

“Estamos en permanente tensión –dice Gloria Álvarez, de la perfumería Regia–. Ahora en Barcelona los ciudadanos nos sentimos inseguros, y los delincuentes, seguros. La ciudad se está echando a perder... La verdad es que nos roban mucho de los estantes. El otro día tuvimos aquí tres horas a una mujer que pensamos que es una ladrona, que ya la hemos visto en otras ocasiones... ¡tres horas la tuvimos probándose perfumes! Viene a menudo, lo que pasa es que no podemos demostrar que es una ladrona, estamos convencidos de ello, pero... De modo que tuvimos un empleado ­observándola durante esas tres horas. Al final se cansó y se marchó”.

45 empleados recibieron clases de seguridad de los Mossos “Hace pocas semanas nos encontramos en el suelo el dispositivo antirrobo de un traje –tercia Luis Sans, de la tienda de moda Santa Eulalia y presidente de Amics del Passeig de Gràcia–. Una mujer nos robó un traje de Valentino y un bolso. La verdad es que no parecía una delincuente. Tenía un aspecto muy sofisticado, se comportó con desenvoltura, se probó varios vestidos... Los Mossos la identificaron a través de nuestras cámaras de seguridad. Ya había cometido otros delitos en la zona. Al día siguiente también robó en otras dos firmas de lujo. A pesar de todo, el juicio no se celebrará hasta el 10 de septiembre. Entre tanto podrá seguir robando. Y luego lo más probable es que sólo le pongan una multa”.

Buena parte del problema, denuncian los comerciantes, es que desde junio del 2017 la reincidencia de hurtos dejó de castigarse. El Tribunal Supremo dictó una controvertida sentencia que ponía fin a la fórmula que convertía en un delito la acumulación de tres faltas. De este modo, los reincidentes no acaban en la cárcel. La justicia los castiga con multas de 50 a 150 euros que no tienen ningún problema en pagar. Estas sanciones representan una parte insignificante de su botín. “Los Mossos y la Guardia Urbana dedican todos los efectivos que pueden –retoma Sans–. Nuestro contacto es muy fluido. Sus respuestas suelen ser inmediatas. Pero sus detenciones no pueden frenar a unos delincuentes que saben muy bien cómo actuar para salir impunes. Y todo ello atrae a otros delincuentes más peligrosos. El turista es una víctima muy vulnerable. Raramente acude a los juicios. Hace un mes, seis menores magrebíes se echaron encima de un turista ruso para robarle un reloj de 100.000 euros. La semana pasada le pedimos al fiscal general de Catalunya que pidan penas de alejamiento de los establecimientos. Nos dijo que estudiaría la posibilidad. Además, encargamos al bufete Zegrí + de Olivar que estudie cómo podríamos personarnos como acusación popular contra los delincuentes que actúan en la zona a fin de poder pedir medidas cautelares y penas mucho más duras. De todas formas, cualquier solución pasa por una reforma del Código Penal”.

Pascal Billard, director general del hotel Majestic, describe la situación con términos como “plaga” y “brutal”. Billard lamenta que los robos a sus clientes en la vía pública se multiplicaron durante este año. “Antes, a lo mejor una vez al mes, llegaba un cliente una diciendo que le habían robado en la calle. Ahora ocurre todas las semanas. Esta inseguridad puede tener consecuencias muy importantes para la ciudad. Hablamos de personas muy influyentes, de empresarios muy importantes y de miembros de familias reales que siempre fueron auténticos embajadores de la ciudad y que ahora se marchan sin muchas ganas de volver, muy decepcionados con Barcelona. Y con ellos también se marchan sus proyectos, sus inversiones, sus iniciativas... Aquí recomendamos a nuestros clientes que no lleven por la calle relojes muy caros. Es un tema muy delicado. No queremos hacer creer que Barcelona es una ciudad insegura”.

“Nosotros estamos extremando nuestras medidas de seguridad”, dice el responsable de una joyería de la zona que fue atracada hace un par de meses, un negocio que prefiere mantener el anonimato. Sí, aquel hombre que parecía un anciano impedido de repente se levantó de su silla de ruedas, sacó una pistola y... “Fueron los guías turísticos especializados en visitantes chinos con un gran poder adquisitivo quienes nos recomendaron dar bolsas sin ningún logotipo –continúa el joyero–. Los ladrones siguen a este tipo de clientes, los esperan en los aparcamientos... Este clima de inseguridad comienza a afectar al negocio. La venta de piezas importantes a extranjeros, de piezas de 20.000 o 30.000 euros, se está reduciendo. Últimamente no vienen tantos chinos como antes...”.

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