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10 de diciembre de 2018

ROCAMBOLESCO: La mercantil RMD despide hasta tres veces a un mismo vigilante de seguridad

Increíble, pero cierto. 

Lo que le ha pasado al compañero Raúl García Fuentes puede llegarse a considerar como algo inverosímil o difícil de creer, pero no deja de ser un claro síntoma de como está la cosa en el sector de la seguridad privada en España, donde cualquier trabajador se puede ver envuelto de un día para otro en una subrogación y caer en las manos de una empresa pirata, que con malas trampas intenta quitarse al personal de enmedio, a pesar de darse una y otra vez golpes con el mazo de la justicia.

Raúl ha tenido la mala suerte de desarrollar parte de su trayectoria profesional como vigilante de seguridad en una de las empresas más tóxicas del sector: La RMD. Todo comenzó allá por finales del 2011 cuando prestaba sus servicios para ESABE en las instalaciones deportivas del CAR Cartuja dependiente de la Junta de Andalucía. A los pocos días de pasar subrogado a RMD fué despedido mediante burofax por unos supuestos motivos disciplinarios. Recurrido su despido por los servicios jurídicos de SPV, el trabajador fue readmitido por RMD en noviembre de 2012 en su puesto de trabajo.

El mayo del 2013 Raúl fue otra vez despedido tras no hacerse cargo de la subrogación ni la empresa adjudicataria del servicio GARDA SEGURIDAD al no cumplir los 7 meses establecidos, ni RMD Seguridad. Otra vez se procede a poner en manos de la justicia su caso, que declara "improcedente" su despido en de septiembre del 2014, sentencia que fue ratificada por el TSJ de Andalucía, obligando a RMD a readmitir de nuevo al trabajador a mediados de julio del 2017.

Finalmente, hace pocos días que el compañero Raúl recibió noticias de la RMD, siendo despedido (por tercera vez) tras ser citado en la sede que esta empresa tiene en el Polígono El Pibo de la sevillana localidad de Bollullos de la Mitación.

De nuevo nos vemos en las mismas. Clama al cielo el abuso reiterado de esta empresa de despidos sin justificar, provocando continuamente que el trabajador tenga que acudir al amparo de la justicia y provocando una ligitiosidad reiterada y sin sentido. Desde SPV seguimos insistiendo que este tipo de empresas son el mayor cáncer que tiene la seguridad privada en España. Seguiremos luchando con todos los medios a nuestro alcance para que episodios como el que nos ocupa no vuelva a sucederle a nigún trabajador.






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