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El sábado se produjo un nuevo incidente, cuando dos ladronas se enzarzaron en una pelea entre ellas en el andén de La Torrassa
Los ladrones utilizaban una pistola de aire comprimido para amedrentar a sus víctimas
El suburbano de Barcelona no es ajeno a los problemas de inseguridad que se padecen en la superficie. La semana pasada, los Mossos d’Esquadra detuvieron en la estación de Arc del Triomf de la línea 1 del metro a tres jóvenes que protagonizaron robos con violencia, armados con una navaja y una pistola de aire comprimido. Los tres arrestados, cuya acción fue captada por las cámaras de seguridad del metro cuando estaban agrediendo a una de sus víctimas, estaban causando una gran alarma y no dudaban en utilizar la violencia en sus asaltos.
Los agentes del Àrea de Seguretat del Transport Metropolità dels Mossos d’Esquadra, los que trabajan de paisano y uniforme en el suburbano, desplegaron un dispositivo para arrestarlos. No fueron los asaltos protagonizados por estos jóvenes, el único incidente violento de los últimos días en el suburbano. El pasado sábado, dos mujeres, también conocidas por sus robos en el metro, se enzarzaron en una pelea en la estación de La Torrassa, en l’Hospitalet, que terminó con los andenes manchados de sangre.
La noche de fin de año, el metro funcionará de manera ininterrumpida, como en los últimos tiempos, y los Mossos incrementarán su presencia. La huelga convocada por los vigilantes de seguridad privada debería tener una mínima incidencia porque el Departament de Treball ha decretado unos servicios mínimos del 95% argumentando la situación de alerta antiterrorista y porque el de vigilancia en el metro “se ha de considerar un servicio esencial para la comunidad”.
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