España tiene casi tres millones de armas con licencia, de las que 8.459 son del tipo B para 'autodefensa' particular. Granada, con 309, y Sevilla, con 298, se encuentran entre las provincias con más armas cortas del tipo B autorizadas en 2017, según fuentes de la Guardia Civil consultadas por Europa Press.
España tiene autorizadas casi tres millones de armas, de las que 8.459 son cortas del tipo B, las calificadas como de 'autodefensa' particular y a las que se ha referido el líder de Vox, Santiago Abascal, partidario de un "cambio radical urgente en la ley" para que los españoles puedan disponer de este tipo de arma en "situaciones de amenaza real". En una entrevista en la web armas.es, recogida por Europa Press, el líder de Vox reconoce que tiene licencia para portar una del tipo B, las armas de fuego cortas para particulares. Abascal se quejaba de situaciones, a su entender injustas, como la condena a dos años y medio de cárcel de un anciano que mató al ladrón que asaltó su casa en Tenerife.
La Guardia Civil, con competencias exclusivas en materia de armas, gestiona cerca de 1.700.000 licencias y más de 2.900.000 armas (existen licencias para más de un arma), según los datos facilitados el 7 de febrero pasado en la inauguración de las nuevas dependencias de la Intervención de Armas y Explosivos de Madrid capital. En su web, el Instituto Armado explica que la expedición de este tipo de armas cortas tiene un "carácter restrictivo" y que se limita a los "supuestos de especial riesgo". "La razón de defensa de personas o bienes, por sí sola, no justifica la concesión de la licencia B", advierte. Es el director general de la Guardia Civil quien autoriza este tipo de armas.
En una respuesta parlamentaria por escrito a pregunta del senador Carles Mulet (Compromís), a la que ha tenido acceso Europa Press, el Gobierno de Pedro Sánchez aseguró el pasado 14 de diciembre que en 2018 había en vigor en todo el territorio nacional 8.459 licencias de armas cortas del tipo B, es decir, licencias para que particulares dispongan de pistolas o revólveres. Aquí no se incluyen las armas reglamentarias de los agentes de las Fuerzas de Seguridad o del Ejército, ni tampoco las de caza o uso deportivo, sean de fuego o no.
Fuentes del Instituto Armado consultadas por Europa Press han asegurado que el último dato del que disponen sobre las licencias de tipo B es el de 2017, cuando se dio luz verde para 8.048 armas cortas. En su respuesta por escrito, el Gobierno cifra en 7.847 las licencias en ese año. También hubo 275 licencias denegadas. Madrid es, de largo, la comunidad con mayor números de armas cortas con licencia, con 2.426 autorizadas en 2017, una cifra que se mantiene estable desde 2013, aunque con un leve descenso progresivo en los últimos cinco años. Por provincias, las que tienen más licencias concedidas en 2017 del tipo B después de Madrid son Murcia (437 armas cortas), Barcelona (358), Granada (309), Sevilla (298), Asturias (270) o Vizcaya (257).
CÓMO OBTENER LICENCIA DEL TIPO B Al contrario de lo que ocurre en otros países donde el uso de armas en defensa propia está permitido, como en Estados Unidos, en España este uso está restringido previa autorización y justificación de su uso. La ley obliga a resguardar las armas de fuego en lugar seguro y comunicar inmediatamente su extravío o robo. En su página web, la Guardia Civil explica que la licencia de armas del tipo B ampara las clasificadas a su vez en la primera categoría (pistolas y revólveres). Hay siete categorías: la segunda incluye, entre otras, armas de fuego largas para vigilancia y guardería; la tercera categoría, armas largas de tipo deportivo; la cuarta, carabinas y pistolas de tiro semiautomático y de repetición; la quinta, armas blancas, cuchillos y machetes; la sexta, armas de fuego antiguas e históricas y, finalmente, la séptima categoría, armas de inyección anestésica, arcos o pistolas detonadoras.
Estas categorías se reclasifican a su vez en varias tipologías, además de la B para particulares: en el tipo A figuran las armas para las Fuerzas de Seguridad, Ejército o Vigilancia Aduanera; las del tipo C son las de vigilantes de seguridad o escoltas; las del tipo D, caza mayor; tipo E, caza menor; y tipo F, las armas para práctica deportiva. En su web, la Guardia Civil informa de que, de acuerdo al Reglamento de Armas (Real Decreto 137/1993, de 29 de enero, las del tipo B "solamente podrán ser expedidas a los españoles y extranjeros con residencia en España que sean mayores de edad". El trámite se puede realizar telemáticamente y hay restricciones a partir de los 60 años. El interesado tiene que hacer constar en la solicitud los motivos que, "a su juicio, justifican la posesión de un arma corta, y acompañará los documentos que considere oportunos".
Las licencias de armas tipo B son concedidas por el director general de la Guardia Civil y tienen una vigencia de tres años, sin admitir renovación automática. El interesado tiene que adjuntar certificado de aptitudes psicofísicas y de antecedentes penales, así como de violencia de género. También tiene que presentar el pago de la tasa y la referida justificación para portar la pistola o el revólver.
DATOS DE CRIMINALIDAD EN ESPAÑA El pasado 7 de marzo, Santiago Abascal elogió en su cuenta de Twitter la ley italiana que ampara la defensa con armas en este tipo de casos. Según dijo entonces, es un "acierto político reconocer el derecho a defender nuestro hogar". Según la estadística del Ministerio del Interior sobre infracciones penales, en 2018 aumentaron un 1,8 por ciento los robos con fuerza en domicilios, pasando de 105.095 en 2017 a 107.012 en el último año. Eurostat ofrece una visión comparativa tomando de referencia la tasa de más de 1.500 hurtos por cada cien mil habitantes. En España, según este organismo europeo, se cometieron 225 robos con fuerza en viviendas (sin violencia) y 132 robos con violencia en la vía pública.
España se encuentra comparativamente entre los países europeos con menos homicidios y crímenes violentos por cada 100.000 habitantes. Desde el 2010, la tasa de criminalidad ha bajado un 11 por ciento, la de homicidios un 23 por ciento y la de robos con violencia un 27 por ciento. Los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) tampoco recogen la inseguridad ciudadana entre las diez principales preocupaciones.
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