Un hombre armado con un cuchillo sembró este viernes el pánico entre los usuarios que se encontraban en la estación de la Sagrera del Metro de Barcelona.
El pasajero se presentó en la andana de la línea 1 con un carrito de la compra y empezó a lanzar objetos a las vías mientras gritaba en árabe. Cuando los vigilantes de seguridad acudieron a su encuentro, el hombre llevaba encima dos barras de pan y el arma blanca. Después de reducirlo, el personal puso al hombre a disposición de los Mossos d'Esquadra.
El pasajero se presentó en la andana de la línea 1 con un carrito de la compra y empezó a lanzar objetos a las vías mientras gritaba en árabe. Cuando los vigilantes de seguridad acudieron a su encuentro, el hombre llevaba encima dos barras de pan y el arma blanca. Después de reducirlo, el personal puso al hombre a disposición de los Mossos d'Esquadra.
El aviso lo dio un motorista poco antes de las siete de la mañana, cuando el individuo habría accedido al subsuelo con dos barras de pan y un cuchillo en la mano mientras gritaba expresiones en árabe. Según fuentes cercanas al incidente consultadas por ElCaso.com, el hombre "estaba loco" y en ningún momento intentó agredir a ninguno de los pasajeros que se encontraban en la estación.
Los vigilantes de seguridad del metro se personaron en la andana y comprobaron que el hombre también llevaba encima un segundo cuchillo. Los efectivos lo redujeron sin que este opusiera resistencia alguna ni intentara agredir a nadie. Una vez engrilletado, dejaron al hombre en manos de agentes de los Mossos d'Esquadra, que le sacaron del subsuelo para evitar nuevos incidentes. A causa del suceso, la línea 1 del metro estuvo sin funcionamiento durante ocho minutos mientras se procedía a reducir al pasajero.
Situaciones de peligro Fuentes de ADN Sindical aseguran que este incidente no es un caso aislado y que los vigilantes del metro se ven obligados a lidiar frecuentemente con altercados e incidencias que pueden suponer un riesgo para su integridad física por la presencia, por ejemplo, de armas blancas. Ante esta situación, los sindicatos siguen abogando por establecer patrullas de dos efectivos en vez de uno y piden a la administración pública que actúe al respecto para evitar nuevos casos.
FUENTE: elcaso.elnacional.cat AQUÍ
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