A la 1:24 minutos de la madrugada del 18 de marzo 1990, hace 29 años, sonó el timbre del museo Isabella Stewart Gardner, en Boston (Estados Unidos). Dos policías se hallaban en la parte de afuera y le dijeron al guardia de seguridad que venían a atender un llamado de emergencia, sobre un disturbio nocturno.
Después de que el guardia explicara que allí no pasaba nada, los uniformados solicitaron entrar para verificar la situación y reportar que realmente no pasaba nada. El vigilante rompió el protocolo de seguridad, abrió la puerta y los dos policías entraron al famoso museo privado. No eran policías. Los dos vigilantes del museo, que abrió puertas el 1 de enero de 1903, fueron amenazados por los supuestos hombres de la ley, reducidos, esposados, atados de pies y les cerraron la boca con cinta.
Los falsos policías, que realmente eran ladrones de arte, tenían paqueado un carro a las afueras del museo. Hicieron dos viajes de la edificación al vehículo y después de estar adentro durante 81 minutos, se marcharon a las 2:45 de la madrugada. La noticia sobre el robo de arte más grande en la historia al rededor del mundo se supo a las 8:15 de la mañana, cuando la verdadera policía de Boston llegó al lugar y encontró a los vigilantes atados en el sótano del museo. Los ladrones se llevaron en total 13 obras de arte, avaluadas en mas 500 millones de dólares, unos 1.5 billones de pesos colombianos. Dentro del arte robado se destacan tres obras de Rembrandt van Rijn, una de Édouard Manet, cinco de Edgar Degas, una de Johannes Vermeer, otra de Govaert Flinck, una águila de bronce que hacía parte del asta de la bandera del primer regimiento de la guardia imperial de Napoleón Bonaparte y un gu chino, un antiguo vaso de bronce de la dinastía Shang.
Después de 29 años de ocurrido el robo no se sabe nada del arte robado. “A pesar de algunas pistas prometedoras en el pasado, el robo Gardner en 1990 sigue sin resolverse”, dice en la página oficial del museo, donde también se lee que la recompensa para recuperar todas las obras de arte robadas está en 10 millones de dólares y que por regreso del águila napoleónica darán 100 mil dólares. Estas sumas de recompensa se mantendrán indefinidamente hasta que aparezcan las piezas robadas.
Para robarse las obras de arte los ladrones desprendieron los oleos de sus marcos, los cuales hoy reposan vacíos, exhibidos en el museo, a la espera del regreso de las imágenes que allí estuvieron en algún momento. Sobre el robo hay varias hipótesis. Algunas versiones apuntan a que fue un trabajo orquestado por mafias de Boston, y otras se lo endosan a mafias inglesas. También dicen que el robo fue realizado por criminales apoyados por los vigilantes del museo. Pero en realidad oficialmente no hay ningún vinculado a este hecho y tampoco se sabe a ciencia cierta donde pueden estar las 13 obras. Acerca del paradero de las obras también hay varias versiones. El FBI dijo que para el año 2000 las obras estaban en Filadelfia. Un investigador privado de Holanda, conocido como el “Indiana Jones” del mundo del arte dijo, en el año 2017, tener serios indicios de que las obras están en Irlanda, desde donde se han intentado negociar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario