La Asociación Nacional de Vigilantes de Seguridad Privada traslada a la Junta las demandas de los trabajadores
Los vigilantes de seguridad del Centro de Menores de Marchenilla, en Algeciras, han denunciado que sufren agresiones "a diario" por parte de algunos internos y critican que la dirección les impide llevar los medios necesarios de autoprotección para reducir estos ataques.
Esta misma semana un vigilante terminó con dos costillas fisuradas y otro con un corte en la cara que hizo necesario cogerle tres puntos de sutura.El presidente de la Asociación Nacional de Vigilantes de Seguridad Privada, Juan Gómez, se reunió esta semana con la plantilla para conocer sus reivindicaciones y "sacarlas a la luz pública", ya que los trabajadores no quieren hacerlo directamente "por temor a represalias de la dirección".
Según Gómez, la treintena de vigilantes de seguridad de Marchenilla se ven obligados a ejercer funciones que no le son propias, como la de controlara los internos con riesgo de suicidio, y se les impide llevar elementos de autoprotección bajo la premisa de que hay que proteger a los menores. "Allí te pones el uniforme por la mañana y no sabes cómo vas a volver a tu casa. Los menores son intocables, pero a los vigilantes les puede suceder cualquier cosa.
Presentan partes de agresiones constantemente y no sirve de nada. Un vigilante tiene que entrar sólo con el uniforme en un módulo de jardinería donde hay internos con objetos punzantes y no pasa nada", explica Juan Gómez, que el mes pasado mantuvo una reunión con representantes de la Junta de Andalucía para poner su conocimiento las irregularidades que a su juicio se cometen en Marchenilla en contra de la Ley de Seguridad Privada. Según explica, la Junta se comprometió a tomar cartas en el asunto.
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