Los trabajadores del metro han protestado en reiteradas ocasiones ante la sensación de inseguridad en la que viven.
Los trabajadores del metro de Madrid llevan meses denunciando el aumento en la percepción de inseguridad que sufren durante su jornada laboral. La falta de plantilla y de inversión en los materiales de los que disponen agrava una sensación que cuenta con el apoyo de los números. Metro de Madrid invierte ahora menos en seguridad que hace cinco años, cuando tenía 100 millones de viajeros menos.
En 2018, el suburbano acumuló un total de 657,2 millones de viajes. 31 millones de viajeros más que en 2017 y 100 millones si lo comparas con la cifra acumulada en 2013. Aquel año (2013), la empresa pública dedicó 77,8 millones a los servicios externalizados de vigilancia de instalaciones y del material móvil. El Informe Anual del Metro de Madrid no ha publicado todavía las cifras de 2018, pero sí las de 2017, cuando la inversión en seguridad no superó los 48,2 millones de euros. Es decir, la empresa del suburbano invirtió un 60% menos en vigilancia durante el 2017 a pesar de contar con 70 millones de viajeros más.
“Antes solíamos estar cerca de tres vigilantes en las estaciones más peligrosas. Ahora es común ver a un vigilante solo”, aseguró hace varias semanas el portavoz nacional del sindicato Alternativa Sindical, Alberto García, a EL BOLETÍN. Varios trabajadores del suburbano denuncian que en los últimos meses se han multiplicado las agresiones contra vigilantes de seguridad en la red de Metro de Madrid. Hubo incluso un ‘secuestro’ ferroviario, llevado a cabo por varios grafitteros, que dejó en evidencia la supuesta falta de seguridad existente. “Los vigilantes de seguridad no son personal de Metro de Madrid, son íntegramente personal contratado mediante empresas de seguridad externa”. Esa es la respuesta que dio el gobierno regional de Ángel Garrido cuando se le preguntó por los derechos laborales y la salud de los vigilantes del metro.
La Comunidad asegura que el nuevo contrato de seguridad firmado a comienzos de 2018 – y que se notará en los datos de la Memoria Anual de 2018 – supone un aumento considerable en la inversión dedicada a la seguridad y vigilancia. Ilunion, Trablisa, Segurisa y Ombuds son las cuatro empresas privadas que gestionarán la vigilancia del Metro de Madrid entre 2018 y 2022 a cambio de 224 millones de euros en total. Esa cifra supone un gasto medio anual en seguridad que no excede de los 56 millones de euros, lejos de las cifras que se invertían en esta materia entre 2005 y 2014.
Denuncias a las empresas Esas cuatro compañías han sido denunciadas por sus propios trabajadores ante la falta de seguridad que sufren los vigilantes, alertan. Una denuncia que ha sido admitida a trámite y que espera la apertura de la vista oral. Los vigilantes demandan la presencia de chalecos anti-trauma y anti-pinchazos así como guantes anti-cortes. Junto a una mejora del material, los encargados de velar por la seguridad en el suburbano piden la contratación de más vigilantes que permita reducir el riesgo que conlleva realizar una jornada en solitario. A juicio del sindicato, las empresas se niegan a mejorar la seguridad de los vigilantes porque no quieren perder su margen de negocio. Una de las críticas más extendidas entre los trabajadores, la priorización del factor precio a la hora de adjudicar las licitaciones.
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