Su trabajo como vigilante de seguridad le puso en contacto con las armas. Pero quiso desarrollar su pericia fuera del ámbito laboral, por lo que descubrió el tiro deportivo. Gemma Martínez tiene 45 años y sólo lleva tres compitiendo. Irrumpió tarde, aunque ya ha dado la campanada conquistando el Campeonato de España en febrero. Durante la semana pasada viajó a Croacia para participar en el Europeo. Ha sido la primera experiencia internacional de esta catalana afincada en Valencia. Cuando se coloca frente a la diana, encuentra la serenidad.
-¿Cómo le ha ido en Croacia? Llegar a la Marca B en el Campeonato de España de tiro en pistola aire me dio acceso al equipo nacional durante seis meses. Lo primero que había era el Campeonato de Europa en Osjiek, que ha sido mi debut con la selección española. Y en abril vamos a la Copa del Mundo que se hace en Pekín. En Croacia ha sido la primera vez que he salido fuera de España. Ha ido flojito. Estoy contenta porque ha sido una experiencia muy positiva, pero estoy un poco decepcionada porque podría haber hecho más puntuación. Espero que al mes que viene salga mejor que ahora.
-¿En algún momento se había planteado llegar a este nivel? No. Interiormente, siempre decía: «Me gustaría ganar un Campeonato de España». Pero lo de salir fuera de España, nunca. La puntuación que hay que hacer es alta. Cuanto más entrenas y más errores corriges, mejor. Es difícil pero no imposible. Con constancia, paciencia y entrenamiento, se llega.
-En el campeonato de España dio la sorpresa superando a la gran favorita, Sonia Franquet. Mi perspectiva era llegar a los 575 puntos. La Marca B es 569. Y yo hice 571. Salió muy bien y me quedé a dos décimas de batir el récord de España en finales. Fue súper emocionante. Tenemos pantallas delante y tú puedes ver en qué posición estás, pero yo no lo miro para no ponerme más nerviosa. No me lo creía. Me costó asumirlo.
-¿Es su primer título nacional? No. A nivel nacional gané el oro en la final de Master 100 de diciembre. Además, en septiembre tuvimos el primer Campeonato de España por clubes y parejas mixtas y el de parejas mixtas lo gané con mi entrenador, Héctor Montalvo.
-¿Cuándo empezó a competir? Con licencia llevo ocho años. Pero en serio, dedicándole tiempo y planteándome competir a nivel nacional, este es el tercer año. Siempre me ha gustado, pero hasta que he podido sacarme la licencia, comprarme la pistola, el armero... Hay que hacer una inversión grande.
-¿La gente se sorprende al saber que comenzó en el tiro olímpico con 42 años? Claro. Casi todas mis compañeras empezaron de jovencitas y llevan muchos años en el mundo del tiro. Yo lo he hecho cuando he podido. Mi familia y mis amigos sabían que me gustaban las pistolas y tenía licencia de armas. Cuando empecé a ir un poco más en serio, no le dieron importancia porque no entienden de esto. Mis amigas me hablan de zapatos y bolsos y yo les hablo de pistolas. Son conversaciones un poco extrañas (ríe). A mis hermanas les digo que vengan a probar, pero no quieren. Me quedo yo sola.
-¿Hay muchos prejuicios alrededor de este deporte? Sí. No entienden que no es ningún arma de defensa, ningún arma de ataque, ni la quieres para tenerla debajo de la almohada. Es un deporte muy bonito y seguro, pero no hay mucha visibilidad. Y cuando te pones a hablar de armas la gente se lleva las manos a la cabeza.
-¿Trabaja con arma? Sí. Al poco tiempo de empezar a trabajar como vigilante de seguridad, me saqué la licencia de armas. Y unos años después, hice el curso de instructor de tiro. El revólver del trabajo se queda en el trabajo. La licencia de armas de vigilante sólo sirve dentro del horario laboral. Me apetecía practicarlo fuera del trabajo y el profesor del curso me habló de la licencia F, que es la de tiro deportivo. Fue en 2012.
-¿Qué le aporta este deporte? Me aporta mucha tranquilidad, porque el rato que estás entrenando o compitiendo tienes que estar muy serena. Me aporta mucha satisfacción porque, cuando haces un buen disparo y va al 10, es porque ha sido perfecto. La técnica tiene que ser perfecta. Hay que tener paciencia para saber aguantar la pistola en el sitio.
-¿Cuesta compaginarlo? En España no hay nadie que se dedique al tiro exclusivamente. Hay dos personas con plaza olímpica, Pablo Carrera y Sonia Franquet, pero tienen sus trabajos y lo compaginan. Los rusos y los ucranianos sí tienen gente que se dedica sólo al tiro. Yo tengo dos hijos y me organizo como puedo. Intento entrenar todos los días.
-¿Los Juegos Olímpicos llegan a pasar por su cabeza? Es muy difícil. Ni me lo planteo.
-¿Cuesta encontrar mujeres en este deporte? Sí. Las mujeres que van son las mujeres, hijas o sobrinas de los tiradores. Hay muchos niños y niñas y eso es bueno. Esperamos que se vayan acoplando.
-¿Está considerado como un deporte masculino? Las mujeres que no conocen este mundo lo ven más como un deporte de hombres, pero no es así. Tenemos las mismas oportunidades, la diana está a la misma distancia, las pistolas son todas iguales... Estamos en igualdad de condiciones. En aire, es todo igual.
-¿Qué nivel tiene la Comunitat? En aire, tenemos a dos chicas, María del Mar y yo. En júnior hay bastantes más. En otras modalidades en fuego sí tenemos gente muy buena y siempre cogemos podio.
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