Una mujer agredió e insultó a un vigilante de seguridad del metrode Barcelona que la pilló in fraganti pintando un grafiti en una estación del suburbano durante la jornada del 8M, Día Internacional de la Mujer. Visiblemente alterada, la joven feminista le gritó al trabajador que era “un mierda” y que podría “hacer la vista gorda” por ser mujer.
Según se aprecia en las imágenes, la mujer estaba escribiendo un mensaje con espray rojo en las instalaciones del metro cuando la sorprendió un vigilante de seguridad. Inmediatamente después, el trabajador le pidió la documentación y, según se desprende de los gritos de la mujer, la agarró del brazo. “¡No me vengas cogiendo así, me has venido cogiendo!”, gritó la joven, consciente de que no tenía escapatoria.
Patrullas individuales El monólogo siguió en los siguientes términos, ante la tensa serenidad del vigilante: “¡Eres un pedazo de mierda, y cuando vengan los mosso también se lo voy a decir!, ¡eres un pedazo de mierda, porque podrías hacer la vista gorda, soy una mujer y podías hacer la puta vista gorda ya que eres un hombre!”. Sentencia que si el empleado “fuera una mujer” no le diría nada: "¡No tienes derecho a decirle a una mujer que está haciendo una mierda de escrito!". Tras ello, le empuja. Afortunadamente, el suceso no pasó a mayores. Y es que siempre hay quien confunde libertad con hacer lo que a uno le venga en gana.
El asunto, que quedará en el anecdotario, saca a la luz otro problema de seguridad. Metro de Barcelona solo manda a un vigilante en estas situaciones. “Hasta el día que pase algo”, comentan a Crónica Globaldesde ADN Sindical. Eso sí, la alcaldesa, Ada Colau, no perdió la oportunidad para coger ese transporte con motivo del 8M y hacerse alguna foto ante las próximas elecciones de mayo. Sin embargo, en los últimos tiempos son varios los episodios de inseguridad en el suburbano catalán.
Inseguridad creciente en el metro Por ejemplo, el sindicato USOC denunció meses atrás un incremento "de los actos de violencia" contra los vigilantes de seguridad, como consecuencia del aumento de "quedadas en las redes sociales" para agredir a los trabajadores. Ya entonces se quejaban de que los vigilantes patrullan en solitario, y ya pedía una "actuación rápida" de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), la empresa que gestiona el suburbano. Un año después las cosas siguen igual. En diciembre, tres pasajeros de origen georgiano, carteristas habituales en la estación de Ciutadella-Vila Olímpica, mandaron a la enfermería a cuatro vigilantes de seguridad y a dos agentes de los Mossos d'Esquadra. Los delincuentes terminaron detenidos. Ya en 2019, ADN Sindical ha registrado otros casos parecidos, como informó este medio. Los vigilantes están hartos. Nadie pone solución.
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