Los hechos ocurrieron el pasado sábado, sobre las 02:00 horas de la madrugada, cuando un joven quiso entrar en un local de ocio de la zona de Playa de Palma, y el vigilante de seguridad que se encontraba en la puerta no le dejó entrar, puesto que el mismo ya era conocido por generar altercados en el establecimiento. El agresor, al ver que se le denegaba la entrada, empujó al vigilante, que cayó por unas escaleras, mientras hacía maniobras de intentar sacarse un objeto peligroso de entre sus pertenencias. Después de lanzarle hacia abajo, le mordió en la mejilla y abandonó el lugar rápidamente. Minutos más tarde, volvió al lugar con una botella rota y amenazó de muerte a la víctima y a su familia, para abandonar de nuevo el lugar.
Cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento de los hechos, acudieron al lugar para recabar toda la información posible y así encontrar al presunto autor, que fue localizado minutos más tarde, por un indicativo policial. Los agentes procedieron a su detención como presunto autor de los hechos, pasando a disposición judicial horas más tarde, y decretando la Autoridad Judicial una orden de alejamiento del vigilante y del establecimiento de 500 metros. El presunto autor, a sabiendas que tenía en vigor una orden de alejamiento del local y de la víctima, cuatro días más tarde volvió al lugar. El pasado miércoles también se pasó por el lugar, pero con intenciones en ese momento de querer entrar, por lo que el portero avisó a la Policía Nacional de nuevo.
Los agentes, al ver que tenía una orden de alejamiento, dieron batidas por la zona hasta localizarlo minutos más tarde, por las proximidades, por lo que se le detuvo por un quebrantamiento de orden de alejamiento.
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