Municipios del Vallès incorporan al equipamiento de los agentes nuevas tecnologías para combatir la delincuencia
Las nuevas tecnologías se han convertido en una herramienta más al alcance de los cuerpos policiales para combatir la delincuencia. El aumento de los robos en domicilios ha agudizado el ingenio de algunos ayuntamientos que han recurrido a incrementar las cámaras de videovigilancia, a poner en marcha aplicaciones móviles e incluso poner en las calles robots y drones.
Sant Cugat del Vallès, Matadepera y la Entidad Municipal Descentralizada de Bellaterra (Cerdanyola), son algunos de los municipios. Estas localidades tienen unas características similiares con urbanizaciones extensas, zonas boscosas y una renta por cápita alta. Son un ejemplo de las nuevas medidas a las que han acudido sus representantes y los propios vecinos para acabar con los asaltos a sus casas. Y, a juzgar por sus datos, funcionan.
La alcaldesa en funciones de Sant Cugat, Carmela Fortuny, enumera de forma muy clara lo que se necesita para frenar a lo ladrones: cooperación y coordinación policial, proximidad y colaboración ciudadana e innovación y nuevas tecnologías. Tres factores a los que la Fortuny atribuye que hayan descendido a la mitad los robos en domicilios. Cabe señalar que los datos facilitados por Ayuntamiento y Mossos d’Esquadra indican que a lo largo del 2018 este tipo de delitos se redujeron en la ciudad un 5 por ciento al denunciarse 664 robos, 35 menos que en 2017. Al contrario que lo que ocurrió en el conjunto de Catalunya, donde aumentaron un 10 por ciento.
Innovación y coordinación policial Según estos datos, la ciudad puso fin a la tendencia al alza de los asaltos en viviendas de los últimos 12 años. No obstante, en las áreas menos densas y más extensas como Valldoreix los robos en viviendacrecieron un 81%. En tiempos en los que la tecnología domina prácticamente todos los ámbitos de la vida cotidiana, la seguridad ciudadana no se queda al margen. En Sant Cugat se han instalado hasta una docena de nuevas cámaras de videovigilancia con lectores de matrícula y en Matadepera se han colocado unas veinte. Sant Cugat tiene entre sus prioridades la mejora de la seguridad y ha sido una ciudad pionera en la comarca en la utilización de nuevos recursos. En las próximas semanas está previsto que sobrevuele Sant Cugat un dron con una cámara térmica para detectar ladrones que intentan huir o delinquir accediendo por las zonas boscosas del municipio.
También se ha realizado un patrullaje preventivo en helicóptero y se detuvo a un grupo de albanokosovares que se dedicaba a robar en viviendas. La última incorporación a las labores policiales de vigilancia ha sido ‘Aquiles’, un robot polivalente diseñado por una empresa del municipio que se puede adaptar a diferentes funciones. En principio está diseñado para minimizar el riesgo de las personas como, por ejemplo, a la hora de desactivar explosivos o sustituir a un agente para acceder a lugares de riesgo. Incluso se puede utilizar en casos de secuestro o de inspección de paquetes sospechosos. Cuenta con tres cámaras de videovigilancia que permiten observar cualquier incidencia en la vía pública. Forma parte de una prueba piloto de tres meses y se comienza a utilizar en trabajos de patrullaje en Valldoreix y conforme avance su uso se determinará a qué otras labores puede destinarse.
Contra las huidas En otros municipios de la comarca como Matadepera los vecinos tampoco se han librado de este tipo de delitos. Su preocupación fue tal que en noviembre salieron a la calle para exigir al Ayuntamiento más medidas de seguridad en la que es la segunda población con la renta más alta de España. Las características del municipio, con más de 120 kilómetros de calles en las que se ubican chalets a cuatro vientos, favorecen este tipo de robos.
Durante los tres últimos meses del año se registraron poco más de la mitad de todos los robos del 2018. Se llegaron a contabilizar hasta 20 robos por mes. A partir de ese momento el Ayuntamiento se vio obligado a tomar medidas para frenar a los ladrones y, según la concejal de Gobernación en funciones, Montse Royes, la medidas que se pusieron en marcha “han sido efectivas ya que los robos en viviendas se han reducido de forma drástica”. Entre ellas figuran lalimpieza del cauce del Besòs ya que la maleza acumulada facilitaba la huida de los delincuentes.
Municipios extensos Por esta razón, “ahora se lo hemos puesto más difícil para que no se puedan esconder”, apunta Royes. Durante los últimos meses también se ha procedido a la instalación de hasta 38 cámaras de viodeovilancia estáticas y lectoras de matrícula, y la puesta en marcha de la denominada aplicación del “pánico” o BeeSafe. Esta aplicación permite al ciudadano contactar con la policía local apretando un botón en caso de sentirse amenazado o de observar alguna anomalía. La respuesta de los agentes en estos casos es más rápida e inmediata ya que el usuario no tiene que contactar telefónicamente con los agentes, a través del localizador del que dispone la aplicación.
El Ayuntamiento también ha adquirido cámaras térmicas nocturnas que facilitan la localización de los ladrones escondidos en zonas boscosas por parte de la policía. La falta de efectivos policiales es común en muchas de estas localidades afectadas por estos delitos. Así que mientras se convocan nuevas plazas se opta por la vigilancia privada. Es lo que se ha hecho en Matadepera después de que el departamento de Interior de la Generalitat diese el visto bueno.
A lo largo del día y de la noche, y durante todo el año, dos coches de seguridad privada complementan la labores de patrullaje de la policía local. “Esta solución era la más rápida pero de forma paralela también se han convocado dos plazas”, explica la edil. Royes subraya que “ya teníamos una ratio muy alta de policia por habitante y ahora la incrementaremos”. En estos momentos Matadepera cuenta con una población de 9.500 habitantes y 23 agentes locales. En Bellaterra, una Entidad Municipal Descentralizada (EMD) de Cerdanyola, donde también abundan las viviendas unifamiliareslos vecinos siguen preocupados. Sus representantes han puesto en marcha los denominados agentes cívicos que aunque advierten que no ejercen labores de seguridad sí que sirven para disuadir a los delincuentes. Están activos las 24 horas del día para que los vecinos puedan tramitar cualquier tipo de incidencia. Entre otros, sus cometidos principales son velar porque los conductores respeten las normas de circulación y facilitar el paso de los vehículos en puntos más conflictivos.
De la misma manera, los residentes en la zona pueden avisarles en caso de incidencia y ellos mismos lo ponen en conocimiento de las fuerzas de seguridad. Cuentan con un coche y una moto y han visitado todos los domicilios para darse a conocer. “Los agentes cívicos eran necesarios porque hay una serie de caminos que están cortados y hay que permitir el paso en caso de emergencia y porqueen Bellaterra no hay nadie que pueda estar en la calle revisando el estado de la vía pública, entre otros aspectos”, aclara el presidente en funciones de la EMD, Ramon Andreu. Aún así “indirectamente mejora la seguridad”, asegura. Acusa al Ayuntamiento de Cerdanyola de no destinar patrullas policiales a Bellaterra: “Patrullan los Mossos d’Esquadra pero la policía local lo hace poquísimo”, señala Andreu y apostilla que “Bellaterra está dejada de la mano de Dios por parte de Cerdanyola”.
Piden más presencia policial Asegura que ha pedido insistentemente que se incremente el patrullaje en las calles de la EMD y que cree necesaria una policía específica para Bellaterra. La concejal en funciones responsable de las relaciones con Bellaterra, Laura Benseny, niega las denuncias de Andreu y considera que “las acciones que realizan los agentes cívicos de Bellaterra no son normales porque tienden hacia la seguridad privada”. Sostiene que la policía local patrulla también en Bellaterra y que el Ayuntamiento ha convocado 17 plazas de agentes de policía porque “es cierto que existe una falta de efectivos”.
Buena parte de los robos cometidos en viviendas son obras de bandas organizadas que tienen establecida su residencia fuera del Vallès. Con todo ello, garantizar la seguridad en determinadas zonas y urbanizaciones sigue siendo un reto complicado para muchos Ayuntamientos pequeños. Sin embargo, ya han empezado a mover ficha para incrementar la presión policial y reducir la ola de robos o, al menos, contrarrestar la sensación de inseguridad que se vive entre los vecinos.
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