El acusado, que mientras tanto le gritaba al médico de que le iba a matar, tuvo que ser reducido por varios vigilantes de seguridad, según detalla el relato de la Fiscalía.
Los hechos ocurrieron el pasado martes: el agresor cogió al facultativo del cuello y lo empujó contra la pared, donde le propinó un puñetazo
Un acusado de agredir el pasado martes a un médico a las puertas de urgencias de pediatría del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha asumido los hechos y ha aceptado una pena de cuatro meses de prisión, así como el pago de una multa de 720 euros y de una indemnización cuya cuantía se determinará en ejecución de sentencia. El hombre fue puesto ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Oviedo, donde se celebró un juicio rápido en el que el acusado asumió su culpabilidad, lo que propició una sentencia de conformidad de acuerdo con la tesis del Ministerio Fiscal, ha informado este jueves la Fiscalía del Principado de Asturias.
Los hechos ocurrieron pasadas las 14:00 horas del pasado martes en la entrada de urgencias de pediatría del HUCA, justo cuando el equipo médico que acababa de atender al hijo del acusado, de 8 meses, en su domicilio regresaba al centro hospitalario en ambulancia. El acusado, que se encontraba en el lugar, empezó a gritar: "Es mi hijo, tengo derecho a verlo"; y como no deponía su actitud pese a la intervención de los técnicos del vehículo sanitario, el médico bajó de la ambulancia para hablar con él. Entonces, el acusado le cogió del cuello y lo empujó contra la pared, donde le propinó un primer puñetazo en la mejilla izquierda, y a continuación el médico consiguió evitar un segundo golpe con sus brazos.
El acusado, que mientras tanto le gritaba al médico de que le iba a matar, tuvo que ser reducido por varios vigilantes de seguridad, según detalla el relato de la Fiscalía. Como consecuencia de la agresión, el médico sufrió una contusión malar izquierda, un síndrome ansioso, un síndrome cervical postraumático y una tendinitis postraumática de extensor largo del primer dedo de la mano derecha. Los hechos fueron considerados constitutivos de un delito de atentado y de un delito de lesiones.
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