El que fuera coordinador de seguridad del aeropuerto de Santiago de Compostela ha sido llevado a juicio, cuya primera vista se ha celebrado este lunes, tras las denuncias de "acoso" por parte de trabajadores que estaban bajo sus órdenes.
Están previstas tres sesiones de vista oral, después de que este lunes, según las fuentes presenciales consultadas por Europa Press, hubiesen declarado el acusado --que solo contestó a su abogado y rechazó responder a la acusación y fiscalía-- y varios testigos. La sala está reservada también para el miércoles y para el viernes, en que se leerán las conclusiones finales.
Así, compañeros y representantes de CIG-Servizos de Compostela se han concentrado en la mañana de este lunes ante los juzgados de Fontiñas, coincidiendo con la primera de las vistas del juicio por el "acoso continuado" que padecieron trabajadores y también el delegado de la CIG Xosé Luís Castro, tras denunciar "la actitud machista y el trato denigrante" al que estaban sometidas. Con este motivo, el miembro de la ejecutiva de la federación de Servizos de CIG Roberto Alonso ha dicho que las trabajadoras "tenían que informar al jefe de sus menstruaciones para que pudieran tener un relevo en el puesto de seguridad y poder ir al baño". "Tenían, además, que pedir permiso para ir al baño, tanto las trabajadoras como los trabajadores, y muchas veces se les denegaba solo con el pretexto de que no había relevos", ha asegurado, al respecto de lo que ha informado de que hay un colectivo "bastante grande, de 40 personas en seguridad, y no tendría por qué haber ningún problema".
"ACOSO CONTINUADO" A esta situación, Alonso sumó el hecho de que el delegado sindical que denunció lo ocurrido fue "víctima de acoso continuado, tanto por parte del jefe de seguridad, como de las empresas que lo respaldaron y mantuvieron en el puesto hasta el día de hoy, pese a las denuncias presentadas". El representante de CIG también ha advertido de que se ha tardado "seis años" en que se celebrasen las vistas del juicio, un tiempo "completamente insufrible para las víctimas de acoso", porque "muchas de ellas estuvieron de baja por trastornos ansioso-depresivos", agotando los periodos máximos de un año y medio y "teniendo que incorporarse viendo allí al acosador" con el "respaldo" de las empresas y la administración pública.
Por su parte, en la versión ofrecida por Aena a Europa Press, el ente público alega que el juicio "al coordinador de seguridad de la empresa externa adjudicataria del servicio de seguridad". En todo caso, explican las mismas fuentes, "en su día (los hechos se remontan a 2013), cuando se puso en conocimiento de Aena, se trasladó el tema a los responsables de la empresa gestora, así como a la inspección de trabajo, y se informó de que podían tomar las medidas oportunas por vía penal".
"SENTENCIA EJEMPLAR" CIG-Servizos espera que ante la situación "tan grave" haya ahora, "por fin", una sentencia "ejemplar" para que "no se reproduzcan este tipo de comportamientos, ni en el aeropuerto Rosalía de Castro, ni en ninguna otra empresa de seguridad privada". Es más, esta central sindical ha denunciado que han "detectado" que "cada vez es más habitual" por parte de empresas ir a situaciones "de acoso", porque les resulta "más fácil, barato y no punible", al ser situaciones "muy difíciles de denunciar por parte de las víctimas que sufren este tipo de situaciones". Así, asegura, se "busca amargar la existencia a los trabajadores para que acaben marchando de la empresa sin derecho a indemnización, ni prestaciones, ni nada".
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