Se recordó al agente Carlos Rubio, al vecino que se lanzó al mar para salvar a dos chicas y al vigilante que atendió a heridos en las Ramblas
El reconocimiento fue para agentes y vecinos por sus acciones de ayuda. La celebración de la fiesta patronal de la Policía Local de Calafell con motivo de la festividad de Sant Miquel, estuvo impregnada de emoción por los reconocimientos entregados. Más allá de valorar las acciones policiales en materia de seguridad ciudadana y atención pública o por los años de servicio, el homenaje a quienes ya no están fue emocionalmente sentido por todos los asistentes.
Especialmente sentido fue el recuerdo para el agente Carlos Rubio, que murió hace unos meses tras luchar contra una cruel enfermedad. Rubio llevaba 31 años de servicio en el cuerpo de la policía de Calafell. La viuda y los hijos del agente recogieron una aplaca que muestra el reconocimiento más allá de la plantilla, sino de todo el municipio. El acto de reconocimiento también tuvo sentida memoria para Tomasz Czechowski, el ciudadano polaco que no dudó en lanzarse al mar este verano para intentar rescatar a dos jóvenes que estaban en apuros y que no podían ganar la playa.
Las chicas pudieron salir del agua pero Czechowski perdió la vida horas después en el hospital al que fue trasladado. La cónsul de Polonia y el hermano Tomasz Czechowski, visiblemente emocionado, recibieron el reconocimiento y agradecimiento por el gesto de valor de poner en juego la vida para intentar salvar a dos personas. También se extendió ese reconocimiento a los vecinos Àngel Romero, Daniel Ramírez y Antonio Pérez que fueron los que vieron a Czechowski en apuros y que ayudados por una plancha de surf tampoco dudaron en entrar en el mar para rescatarlo y llevarlo a la orilla, donde ya no se pudo hacer nada por su vida.
Los reconocimientos por las acciones policiales y vecinales en favor de los demás destacaron ese compromiso que muchas veces pasa desapercibido porque en sus gestos no está la intención de ser héroes sino que sólo responden a dar una ayuda desinteresada. Así, la celebración también tuvo un reconocimiento para el vecino de Calafell Manuel Navarro, vigilante de seguridad que el día de los atentados en las Ramblas de Barcelona en agosto de 2017 estaba trabajando en el mercado de la Boquería.
Navarro no dudó en salir corriendo, a expensas de lo que pudiese pasar, para atender a los heridos y también a acompañar en los últimos momentos a quieres acabaron perdiendo la vida, entre ellos al pequeño Xavi, de tres años. Esos gestos de quienes han dado su vida por los demás o que estuvieron acompañando y dando calor a quien lo necesitaba llenó de emoción la sala. Fue una de las celebraciones de la festividad de la Policía Local más cargada de emociones de los últimos años. El alcalde de Calafell Ramon Ferré, destaca que «se ha mostrado la implicación de los cuerpos de seguridad, pero también es emocionante ver cómo la gente responde cuando alguien necesita ayuda».
Implicación vecinal Ferré recordó la gran implicación vecinal en la búsqueda de Xavier Ramoneda y que durante varios días llevó a centenares de vecinos a colaborar con los cuerpos de emergencias hasta encontrar al vecino. Acciones policiales y de los equipos de emergencias como la que permitió salvar la vida a un niño que se estaba ahogando en una piscina, o por los años de servicio, completaron unos reconocimientos.
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