Cambiar empleos a tiempo completo por tiempo parcial, dilatar la actualización de las nóminas o absorber los complementos son algunas de las tácticas.
Los datos oficiales proporcionados por el Ministerio de Trabajo indican que la histórica subida del Salario Mínimo Interprofesional alcanzará a 1,3 millones de trabajadores, otras estimaciones elevan ese impacto a cerca de tres millones de nóminas, sea como fuere el caso es que la medida de política social más emblemática adoptada por el Gobierno de Pedro Sánchez ha metido en un lío a miles de empresas que han visto como de un día para otro una decisión gubernamental hacía saltar por los aires sus previsiones de gasto en el capítulo de personal.
Fracasados los intentos de CEOE para modular la aplicación de la medida y hacerlo más digerible para las empresas, éstas han pasado a la acción y se han puesto a rastrear en la normativa y en los convenios que les son de aplicación los resquicios que les permitan amortiguar el golpe. Y los han encontrado. Según fuentes sindicales, la práctica evasiva que más se están encontrando es la aplicación de la conocida como 'cláusula de absorción y compensación', un cauce completamente legal que permite a las empresas desactivar la aplicación de determinados complementos salariales cuando se produce una subida no prevista de la parte regulada del sueldo, en este caso, el mínimo legal.
La operativa en estos casos funcionaría así. Si un trabajador percibía en 2018 un salario de 890 euros mensuales, en los que 850 euros formaban parte de su retribución básica y otros 40 euros se percibían por la aplicación de determinados complementos salariales, en 2019 su retribución mensual no se está actualizando hasta los 940 euros como en principio correspondería sino a 900 euros pelados, a base de dejar sin efecto los complementos salariales que sí percibía antes del cambio legal. "Las empresas pueden hacer esto con total libertad salvo en los casos en que los sindicatos hemos tenido la precaución de incluir en el convenio la no compensación de los complementos.
Pero este tipo de cláusulas no están muy extendidas todavía y nos estamos encontrando con muchas empresas que están absorbiendo el impacto del SMI vía complementos", aseguran fuentes de CCOO. Uno de los sectores donde se ha detectado este tipo de prácticas es el cubierto por el convenio de Grandes Almacenes, donde operan empresas como El Corte Inglés, Carrefour, Alcampo o FNAC. "En este ámbito no hay trabajadores con un sueldo total por debajo del Salario Mínimo, pero es verdad que hay algunas empresas que han absorbido el impacto de la subida de la retribución básica desactivando la aplicación de los complementos y dejando el sueldo real de los trabajadores al borde del salario mínimo actual", asegura José Luis Solano, delegado sindical del sindicato Cob.as en FNAC.
Otra táctica que están aplicando las empresas es dilatar la aplicación de la subida del Salario Mínimo en aquellos contratos en que pueden hacerlo: principalmente los que prevén algún premio por el cumplimiento de un número determinado de horas o jornadas de trabajo. Fuentes empresariales aseguran que la propia CEOE ha puesto sobre la mesa la posibilidad de diferir la aplicación en la nómina del nuevo Salario Mínimo de 900 euros hasta el fin de la relación laboral para chequear a posteriori si se ha llegado al umbral mínimo establecido o no. Si se ha llegado por la activación de los premios al rendimiento o a la dedicación previstos las empresas solo tendrían que aplicar el marco salarial preestablecido; si no se llega se podría cumplir con la ley y con el trabajador por la vía de una paga extra a la extinción de la relación laboral.
Desde las organizaciones empresariales se justifican estas soluciones de 'ingeniería salarial' por la obcecación del Gobierno en no consentir una aplicación más suave o progresiva de la subida del Salario Mínimo, como sí se ha hecho en otras ocasiones - con subidas más modestas del 4% o el 8% en la etapa del PP -, permitiendo a la negociación colectiva modular a lo largo de todo el ejercicio la subida del salario mínimo legal. Otras empresas han eludido este tipo de ajustes finos y han tirado directamente por la calle de enmedio. Fuentes empresariales aseguran que desde la Inspección de Trabajo se les viene trasladando desde principios de año la detección de una cierta tendencia a sustituir contratos de trabajo a tiempo completo por contratos a tiempo parcial en nóminas afectadas por la subida del salario mínimo.
Las estadísticas oficiales sobre el mercado de trabajo aún no permiten detectar una tendencia consolidada en esta dirección ni un impacto relevante sobre el normal comportamiento del mercado de trabajo, pero es cierto que desde la aprobación de la medida en el Consejo de Ministros de Barcelona del día 21 de diciembre el mercado de trabajo ha emitido una serie de señales muy inusuales: el primer día laborable tras oficializarse la decisión del Gobierno de subir el Salario Mínimo a 900 euros (26 de diciembre) las empresas dieron de baja 274.000 contratos en un movimiento sin precedentes en toda la serie estadística de la afiliación a la Seguridad Social; y el primer día laborable tras la entrada efectiva en vigor del nuevo suelo salarial de los contratos firmados en España el número de bajas superó las 600.000.
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