Noticias Destacadas SPV Sevilla


24 de septiembre de 2019

La igualdad laboral tiene un impacto económico positivo

Resultado de imagen de igualdad laboralLa brecha de género impide la recaudación de 5.000 millones de euros anuales en impuestos, según el presidente de Mapfre

Hace unos años, una empleada de una farmacéutica casi perdió una oportunidad de ascenso al quedarse embarazada. «No la podemos promocionar; su prioridad ahora no es trabajar, es ser madre», dijeron desde el comité ejecutivo. Aunque la historia acabó con final feliz, pues Beatriz Faro es ahora presidenta regional de Pfizer para los países desarrollados, esta y otras anécdotas evidencian la necesidad de impulsar una igualdad real en el mundo laboral. Para ello, más de treinta líderes de reconocido prestigio han acudido este martes a los auditorios de CEOE en la I Jornada de Mujeres y Liderazgo, organizada por 50&50 GL, para plantear que, además de instituciones y gobiernos, son las empresas las que tienen que tomar cartas en el asunto, como ha insistido la presidenta de esta consultora especializada en igualdad, Gloria Lomana.

«Hace cincuenta años no había brecha salarial porque no había ninguna mujer en esta casa», ha dicho el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, durante la apertura del encuentro. Desde entonces, las cosas han cambiado. El 30% del directorio de la organización son mujeres, así como el 60% de los jefes de área y el 68% del total de la plantilla. Y en el equipo directivo ya son mitad y mitad. «Pero no están porque son mujeres, están porque en cada área son los mejores», ha recordado Garamendi. Y de eso se trata, de «captar talento», por ello, «la igualdad no es una opción, es la única», ha asegurado.

Como motor del desarrollo económico, las empresas son las tienen que avanzar para lograr la igualdad. Inditex es un claro ejemplo. El presidente ejecutivo del grupo, Pablo Isla, ha destacado la gran presencia femenina en la primera compañía de distribución del mundo. El 75% de la plantilla son mujeres y de los 7.500 puestos directos (entre ellos, el cargo de director de tienda), el 80% son mujeres. Según Isla, no es sino una «consecuencia natural de la evolución de la compañía», que «en los últimos siete años ha vivido un cambio tremendo». De hecho, «existe una brecha salarial positiva a favor de la mujer, y vamos rompiendo cualquier hipotético techo de cristal», ha asegurado Isla. Eso sí, «los procesos tradicionales no son suficientes», ha opinado el presidente de Mapfre, Antonio Huertas. «Antes no creía en las cuotas; ahora, creo firmemente que no hay otro camino para que consigamos que el talento se equipare», ha reconocido. Así, las empresas requieren de mecanismos para acelerar el cambio y desterrar la brecha de género, que impide, según Huertas, la recaudación de unos 5.000 millones de euros anuales en impuestos, que procederían de mujeres en puestos directivos.

Más mujeres, más beneficios Además, aprovechar el talento femenino no se trata solo de un gesto ético, sino que tiene un impacto económico positivo. Las políticas de diversidad, además de ser fiel reflejo de una sociedad igualmente diversa, repercuten en las cuentas de las empresas. Es el caso de Accenture, la empresa más diversa e inclusiva del mundo, según el ránking Thomson Reuters del año pasado, cuyos beneficios aumentaron alrededor de un 30%. «El líder que no se ha dado cuenta de la diversidad, ya va muy tarde», ha opinado la presidenta de Fujitsu España, Portugal y Latinoamérica, Ángeles Delgado. Ella ha contado, con satisfacción, cómo en la última reunión para elaborar el plan estratégico de los próximos tres años de la compañía había seis mujeres sentadas a la mesa. «Tiene que suceder porque hay una necesidad de negocio», ha insistido Delgado.

Con todo, pese a la atmósfera de que las cosas se están haciendo bien, también ha habido voces más críticas. «Tenemos que invitar a los que no están haciendo los deberes», ha expresado la presidenta y CEO de Merck España, Marieta Jiménez. El 54% de la plantilla de la farmacéutica son mujeres, como la mitad del comité ejecutivo, pero Jiménez, que trabajó en Suecia varios años, se ha percatado de que «la situación en España es mucho peor, hay muchas brechas todavía». La presidenta regional de Pfizer, Beatriz Faro, ha hablado en la misma línea. «No se trata solo de que las mujeres estén arriba, sino de que se las escuche», es decir, que ocupen «puestos que tengan responsabilidad en las cuentas de resultados, donde sigue habiendo solo hombres».

No hay comentarios:

Publicar un comentario