Colas de hasta una hora en los controles de seguridad del aeropuerto de El Prat a causa de la huelga de los trabajadores de Eulen para reclamar mejoras salariales.
Alrededor de 350 trabajadores de seguridad de Eulen de los 500 vigilantes que trabajan en los puestos de control del Aeropuerto de El Prat continúan en huelga para reclamar mejoras salariales. Tras la reunión del comité de crisis, en una comparecencia de prensa después del rechazo de la propuesta de acuerdo, el ministro de Fomento, Íñigo De la Serna, ha explicado que va a incorporar más agentes de la Guardia Civil en las diferentes líneas de acceso al aeropuerto. El ministro ha justificado esta medida para “mantener el orden público” con el objetivo de “garantizar laseguridad” de los viajeros.
Además, De la Serna ha detallado que no se trata de que haya más agentes alrededor de los sistemas de control, sino en las líneas de acceso para “que exista garantía de que no se producen aglomeraciones”. Este fin de semanacomenzarán las formaciones a los agentes, aunque desde el Ministerio de Fomento no han querido especificar el número de guardias que se prepararían estos días porque todavía se trata de una posibilidad. Corresponderá al Ministerio del Interior dar la orden efectiva para el aumento de miembros de la Guardia Civil, y se hará, según el titular de Fomento, “en coordinación con la Generalitat”. Aunque no ha precisado la fecha, De la Serna ha señalado que la orden se producirá antes del “momento crítico”, que es el comienzo de la huelga el lunes 14 de agosto.
Un aprendizaje rápido que preocupa a Juan José Villaverde, presidente de la Asociación Nacional de Instructores de Seguridad Aérea (ANISA). “El nivel de seguridad no es el mismo hasta que los agentes puedan obtener el mismo conocimiento que tienen los vigilantes. No va a ser cosa de dos semanas porque la formación de un Guardia Civil es inferior”, advierte. Normalmente, ellos supervisan y dan las órdenes “cuando el vigilante detecta algún posible objeto prohibido”, detalla. El programa nacional de formación que emite la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) divide por colectivos la formación. El que tiene más controles es el de seguridad privada ya que tiene que obtener dos certificaciones, dos exámenes teóricos y una prueba con un simulador, utilizado por la agencia. “La Guardia Civil no tiene presupuesto para poder contratar simuladores”, reconoce Villaverde.
Las pruebas para poder trabajar como vigilante de seguridad en el aeropuerto Para que un vigilante de seguridad pueda acceder a trabajar en el aeropuerto debe estar autorizado por el Ministerio de Interior y haber realizado la formación específica sobre vigilancia con aparatos de rayos-X y en aeropuerto. Después de ser contratados por la empresa, tiene que realizar varias formaciones para obtener el Certificado 1 (que dura unas 10 horas) de seguridad aeroportuaria y el Certificado 2 (9 horas) de operadores de equipos de inspección en filtros aeroportuarios. “La diferencia estriba en que, pasado este tiempo, el vigilante de seguridad realiza también un periodo de formación en el propio puesto de trabajo”, apunta.
Para pasar ambas fases, el vigilante debe presentarse a dos exámenes teóricos de 50 y 25 preguntas tipo test, respectivamente, con cuatro opciones de respuesta. En ambas pruebas, los aspirantes tienen que obtener un 75% mínimo de aciertos. En el segundo caso, además, hay unaprueba con el simulador con escáner CBT (Computer Based Trainning) de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Una formación que, fácilmente, podría ocupar más de 24 horas. Si a eso le sumáramos el periodo de prueba en el puesto de trabajo, “duraría lo que el tutor estipulara desde un día a un mes”, argumenta Villaverde.
El proceso de formación de la Guardia Civil es diferente, “no recibe el mismo control ni formación que un vigilante de seguridad”, afirma. El programa nacional de formación no estipula que los agentes de la Guardia Civil deban saber utilizar un simulador, “en cambio para los vigilantes es obligatorio”. Un hecho “muy curioso” según Villaverde, quien cree que “deberían pedir más formación a los agentes que a los vigilantes porque, a fin de cuentas, son los responsables de los filtros de seguridad”.
En total, según las cifras que maneja el presidente de ANISA, unas250.000 personas están habilitadas para trabajar como vigilantes de seguridad. Pero solamente 80.000 se encuentran en activo, de las cuales5.000 prestan servicios en los diferentes aeropuertos. Una diferencia muy marcada que no sorprende al presidente de la asociación de instructores. Para él, “los que no están ejerciendo su puesto de trabajo es porque prefieren las condiciones laborales que les da otro tipo de empresa”.
Aunque en la formación de la Guardia Civil no utilicen un simulador, “imagino que pondrán todos los medios posibles para dar un buen nivel pero por mucho que quieran, es imposible que una persona en un fin de semana consiga tener los conocimientos que tiene un vigilante que lleva desde el año 1999 trabajando”, concluye. Por su parte, no descarta que varios aeropuertos como el de Ibiza, el de Madrid o el de A Coruña, se unan a la protesta de los compañeros de El Prat.
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