El equipo de vigilancia del aeropuerto asturiano, dispuesto a movilizarse para lograr incrementos salariales y de personal tras «llegar al límite»
«La seguridad del aeropuerto, de los pasajeros y de los vuelos es nuestra responsabilidad. Si alguien cuela un elemento prohibido y comete un atentado con él, no solo peligra nuestro puesto, sino también podemos enfrentarnos a que nos imputen un delito. Estamos en nivel de alerta 4 (sobre un máximo de 5), pero Aena solo paga 1,27 euros por hora de control en el escáner de seguridad. Y, ojo, por hora efectiva, porque cada vigilante solo puede estar veinte minutos seguidos ante el escáner. Hasta que no rota tres veces, no cobra el plus».
Así resumen los portavoces del equipo de vigilancia del aeropuerto de Asturias la situación en la que viven. Representados por USO, UGT y CC OO, las tres centrales se muestran unánimes: «Es necesario que Aena deje de adjudicar los servicios de seguridad a la baja. La actual adjudicataria, Icts-Hispania, paga aún menos que la anterior, Ilunion, con la que nos esperan 17 juicios por diferentes incumplimientos». Unos incumplimientos que han unido a la plantilla. Los 31 fijos y los cinco eventuales. Los que tienen bajo su responsabilidad «la seguridad de todos».
«Con el incremento de vuelos del aeropuerto, llegamos a 1.600 personas de paso por el filtro en cada turno. Hemos llegado al límite». Tanto que no descartan «movilizaciones» o medidas similares «para lograr más plantilla y salario». Porque su función no solo es la parte antipática. «La que vale para que algunos nos llamen polis amargados o 'seguratas'», aseguran, aunque también recuerdan que «hay pasajeros que lo entienden. Los del Imserso, nos traen regalos a la vuelta». Es el control del paso por el arco de seguridad para la zona de embarque.
«Dos filtros eliminan las colas» En ese filtro deben estar un mínimo de cuatro personas: «Un hombre y una mujer para los cacheos. Un vigilante para los explosivos y otro para el escáner». Con el añadido de que en ese último puesto solo se puede estar veinte minutos. «Por seguridad, la ley dice que ante la pantalla del escáner solo estemos veinte minutos. Hay tal nivel de exigencia que, después de ese tiempo, no ves». Una exigencia justificada en que «es el paso clave: donde pueden ir los explosivos, las bombas o cualquier elemento prohibido». Un paso esencial para la seguridad antiterrorista, «pero por la que solo nos pagan 1,27 euros a la hora. Insistimos, efectiva. Hay que sumar tres turnos de veinte minutos».
Las nóminas no pasan de los 950 euros de media. Una cantidad que cubre horarios de 5.30 a 14.30 y de 14.30 «hasta el cierre, que pueden ser las cinco de la mañana», de la que hay que descontar «los 30 euros del parking». Sí tienen descuento para comer en la cafetería, «pero nada que ver con los de Aena. Un menú nos cuesta siete euros. A ellos, 1,20». El filtro del pasaje requiere cuatro personas «con un escáner abierto. Si se abren los dos, que eliminan las colas, tenemos que duplicar, pero eso es a costa de otros servicios». Como el de la vigilancia exterior «que tiene que reforzar el filtro de pasaje cada vez que hay embarque» o el filtro privado. El que utilizan el personal y las tripulaciones, «pero que incluye el control de equipajes». Recuerdan los vigilantes que ellos llevan, también, «el control central abierto 24 horas. Somos los que 'arrancamos' el aeropuerto cerrado cuando llegan vuelos hospitalarios». «Por 950 euros al mes», repiten.
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