Las partes abren un marco formal de negociaciones en el marco del comité de empresa y se dan de plazo hasta el próximo 1 de octubre para concretar avances
Los paros convocados por UGT entre el personal de seguridad privada del aeropuerto de Lavacolla –suspendidos sin pacto el pasado jueves en respuesta a los atentados en Cataluña– pudieron quedar congelados oficialmente ayer en virtud de un acuerdo alcanzado con la concesionaria del servicio, Prosegur. Siguiendo el esquema del acuerdo parcial ya suscrito en Alvedro, la compañía acepta abrir un calendario de negociación con el comité –si la negociación no fructifica el comité de huelga se reserva la posibilidad de reactivar las movilizaciones a partir del 1 de octubre– y garantizar de forma transitoria, y «sin coste añadido para la misma», el servicio de parking en la terminal para los trabajadores durante su jornada laboral. Este aspecto, según establece el texto suscrito, deberá quedar definitivamente atado en la negociación colectiva a nivel estatal, a la que se encomienda la definición de un complemento lineal, que incluya, además del plus de radioscopia, «cualquier compensación por gastos asumidos por el personal».
Como ya se había avanzado en el primer contacto del pasado jueves, Prosegur acepta no establecer turnos diarios de menos de cuatro horas(o retribuir un mínimo de cuatro si excepcionalmente son convocados por menos horas), y compensar con dietas las jornadas de 9 o más horas causadas por retrasos en los vuelos. Cualquier acuerdo alcanzado durante el periodo de negociación formal abierto tendrá que ser ratificacdo por más del 50% de la plantilla.
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