La plantilla de Eulen vota hoy si acepta el acuerdo para desconvocar la huelga en El Prat
La gestión de Eulen está en el punto de mira de Aena, Fomento y la Generalitat de Cataluña por la guerra que tiene abierta, desde hace semanas, en El Prat por "los malos salarios" y "la falta de personal". Un conflicto que ha llevado a bloquear las terminales del aeropuerto catalán, pero que todavía no se ha extendido al resto de la red de aeródromos de Aena, a pesar de que la firma se encarga de la seguridad de hasta 21 instalaciones, entre las que destacan todas las que reciben menos de 500.000 pasajeros al año.
Aunque el conflicto laboral de Eulen se ha enquistado, los vigilantes de los filtros de seguridad de Barajas también amenazaron con huelgas a finales de julio si no tenían mejoras laborales. En este caso, Prosegur es la concesionaria del servicio y consiguió llegar a un acuerdo en las primeras reuniones para evitar colapsos y el contagio al resto de los aeropuertos de la red en los que opera, que suman otros 17. Y es que la seguridad de la red de Aena está en muy pocas manos y solo Eulen y Prosegur acaparan el 80% de los aeropuertos, por unos 82 millones de euros al año, lo que hace temer un cierto efecto contagio.
Reparto de los contratos Mientras las firmas lidian con sus respectivos conflictos laborales en los filtros de seguridad, la CUP ha aprovechado para culpar a Aena de la crisis en El Prat por sus "políticas neoliberales" y Exceltur ha criticado la "errática" política de Aena, que está "más centrada en su expansión" que en "mejorar el turismo". Pero, más allá de los ataques políticos y los conflictos laborales, lo cierto es que Aena ha revisado varias veces al alza los contratos de seguridad en los últimos años para adaptar el servicio a los fuertes incrementos de pasajeros previstos entre 2016 y 2017, aunque pueda parecer que se ha quedado corta, ya que Eulen asegura que no es "admisible" subir el salario.
En el año 2016, Aena volvió a sacar a concurso la gestión de 37 aeropuertos de su red por 111 millones de euros por dos años, un monto muy superior al de 2013, cuando licitó 43 por 60 millones. Entre ellos no se encuentran ni Barajas, ni El Prat ni Palma de Mallorca, las tres joyas de la corona. Los contratos, adjudicados en noviembre de 2016, se repartieron entre Prosegur, Eulen e ICTS y, como se ha apuntado, los grandes ganadores fueron las dos principales empresas españolas. Así, Prosegur ha liderado el último reparto de contratos, a pesar de que en 2015 fue sancionada por incumplimiento de servicio en El Prat, después de que uno de sus vigilantes fuera pillado mirando el móvil en vez de comprobando el interior de las maletas.
La cotizada perdió el aeropuerto de Barcelona en favor de Eulen, que se lo llevó por 11,5 millones de euros al año, pero a cambio se quedó con la seguridad de Ibiza, Menorca, La Palma, Sevilla, Tenerife Norte y Sur por 33,6 millones de euros en dos años (16,8 por ejercicio). En diciembre, unos meses después, se quedó con la gestión de Gran Canaria, Lanzarote, Almería, Granada y otros dos más por 32 millones en dos años. Estos contratos incluyen la seguridad de otras áreas por su tamaño.
También tiene la gestión de Barajas desde 2015. Un contrato que ha sido prorrogado en dos ocasiones, la última hasta 2018. Aena ha subido un 9,4% el presupuesto de dicho contrato, hasta los 23 millones de euros al año, por la fuerte previsión de crecimiento de pasajeros, que en lo que va de 2017 han crecido un 7,5% y se espera que se registre un récord histórico. El presupuesto para los filtros de seguridad de Barajas es el doble que el de Barcelona, debido a que el aeropuerto de Madrid tiene más puntos de paso. No en vano, Barajas tiene cuatro terminales y una satélite, mientras que El Prat cuenta solo con dos. A su vez, por Barajas pasan más pasajeros que por Barcelona. Aena también ha elevado el presupuesto de Eulen para reforzar los filtros por el alza de los pasajeros en la Ciudad Condal. Lo subió en julio en 425.000 euros, un 3,6%. A esta alza hay que sumarle que Prosegur ganó el contrato de Barcelona en su día por 9 millones al año.
La tercera joya de Aena, Palma de Mallorca, está en manos de Trabilsa desde hace años. La última renovación la ganó en diciembre de 2015, hasta diciembre de 2017, por 20 millones. En el último año le han subido el presupuesto en 600.000 euros, hasta los 10,58 millones para estos 12 meses.
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