Sensores térmicos, envíos camuflados con otras mercancías, GPS para mantener localizados los palés, agentes de la Policía Nacional… Las farmacéuticas están recurriendo a empresas de transporte y de seguridad privada, que cuentan con sensores térmicos para detectar presencias extrañas y dispositivos GPS para tener la localización exacta de los contenedores en todo momento.
Las vacunas contra el coronavirus son uno de los productos más cotizados en estos momentos. Existe un alto riesgo de asaltos y robos protagonizados por grupos criminales que intenten hacerse con las dosis para traficar con ellas en el mercado negro. Por ello, todos los envíos de vacunas que se están realizando en España cuentan con custodia y seguimiento de trazabilidad, una labor que en nuestro país no sólo recae en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Confidencial Digital ha podido conocer algunos detalles de cómo se está realizando el traslado y custodia de los cargamentos de vacunas que llegan a España y que se distribuyen por el territorio nacional para ser administradas por los servicios de salud de las comunidades autónomas.
Las farmacéuticas están recurriendo a empresas de transporte y de seguridad privada, que cuentan con sensores térmicos para detectar presencias extrañas y dispositivos GPS para tener la localización exacta de los contenedores en todo momento. Además, los envíos de AstraZeneca y Moderna viajan camuflados entre mercancías habituales. En el caso de Pfizer, tal y como se recoge en el Contrato de Compra Anticipada firmado por la Unión Europea y al que se adhirió España, es la propia compañía la encargada de la distribución a los diferentes puntos de vacunación instalados por las comunidades autónomas. Por contra, la responsable de la distribución de las vacunas de Moderna y AstraZeneca hasta las regiones españolas es la Agencia Española del Medicamento (AEMPS). En ambos casos todos los actores implicados trabajan en permanente contacto y colaboración con el Ministerio del Interior.
Aterrizaje en España Pfizer proporciona las dosis a los estados con los que ha firmado un contrato para enviar los viales congelados al punto de vacunación en el momento necesario y trabaja con un margen de tiempo de tres días. Las dosis de la farmacéutica parten de sus instalaciones en Puurs (Bélgica) con destino al punto de uso o vacunación. Desde Pfizer explican a Confidencial Digital como se han realizado todos los envíos a España. Pfizer manda sus dosis a los distintos países vía aérea, utilizando los servicios de UPS HealtheCare. La compañía de transportes cuenta con un centro aéreo propio situado cerca de Colonia (Alemania) e instalaciones de temperatura controlada en Países Bajos, donde puede almacenar los viales.
La empresa de transportes tiene más de diez millones de metros cuadrados de espacio de distribución sanitaria y sus servicios incluye: gestión de inventario, embalaje, envío con temperatura controlada, almacenamiento y cumplimiento de dispositivos médicos, laboratorios y logística de ensayos clínicos. Además, cuenta con tecnologías de rastreo y seguimiento. En cuanto a las vacunas de Moderna y AstraZeneca, cuando las dosis aterrizan en España su custodia pasa a depender del Ministerio de Sanidad, en concreto de la Agencia Española del Medicamento. Tras el vuelo, el protocolo que han recibido las empresas de transporte establece que se deben fotografiar al detalle los paquetes y verificar que los envases llegan sin manipular. Además, antes, durante y después del vuelo se toman aleatoriamente fotos con detalles del envío.
Policía Nacional, contenedores con GPS y mercancías camufladas Una vez que toman tierra en España, las dosis son transportadas hasta el punto de vacunación o de entrega autonómico que cada comunidad ha preestablecido. La custodia recae, además de en las propias compañías de transporte, en los agentes de la Policía Nacional. Desde el Ministerio del Interior un portavoz explica que el número de agentes para este servicio varía en función del número de vacunas recibidas. Aclara que para esta misión los policías no tienen que firmar un acuerdo específico de confidencialidad, ya que cumplen con su deber en el marco de las competencias que ya tienen atribuidas.
Las dosis de Pfizer son transportadas por carretera desde que entran en territorio nacional hasta los lugares de inmunización. La farmacéutica ha desarrollado planes y herramientas logísticas para asegurar un transporte, almacenamiento y control continuo de las vacunas. Para garantizar su seguridad, utiliza sensores térmicos, que detectan la presencia de extraños en las inmediaciones de los palés, conectados por GPS con una torre de control que rastrea la ubicación y temperatura de cada envío de vacunas a través de las rutas preestablecidas.
Los dispositivos con GPS permiten a la compañía prevenir proactivamente desviaciones no deseadas y actuar antes de que ocurran. Los viales de Pfizer y Moderna que aterrizan generalmente en Madrid también llegan a las distintas regiones de España por carretera. En el caso de esas vacunas, la estrategia para que el traslado pase inadvertido es hacer que los contenedores viajen camuflados entre productos que precisan las mismas condiciones de conservación. De esta forma, al evitar los envíos aislados es más complicado identificar los bultos que contienen la vacuna y se previenen sustracciones. Además, en todo momento se conoce con precisión la ubicación exacta de las vacunas y se toman imágenes de detalle, de forma aleatoria, durante todo el transporte para garantizar su integridad. Si en el transporte a los centros de almacenaje y reparto o hasta el mismo punto de vacunación se detectan intentos de ataque o si se rompe la cadena de frío, se disparan las alarmas dispuestas por la empresa logística. Y se interviene.
¿Dónde se almacenan los viales? Pfizer ha diseñado contenedores específicos con temperatura controlada que utilizan hielo seco para mantener las condiciones de almacenamiento recomendadas: -70ºC±10ºC hasta diez días sin abrir. Desde esta farmacéutica se asegura a ECD que también se han desarrollado innovaciones en el empaquetado y almacenamiento que se adecúan a la variedad de ubicaciones donde se realizan las inmunizaciones. Como hemos mencionado en párrafos anteriores, Pfizer envía las dosis al lugar donde se procederá a la inmunización de la población y allí se almacenan y custodian.
Por otra parte, cuando las vacunas de Moderna y AstraZeneca llegan a las comunidades autónomas se entregan para que sean custodiadas por la Policía Nacional o los cuerpos autonómicos correspondientes (Mossos d’Esquadra, Policía Foral de Navarra, Ertzaintza), que las vigilan hasta que llegan al punto de almacenamiento establecido. Estos puntos habilitados por las distintas comunidades cuentan con sistemas de videovigilancia y vigilancia privada 24 horas. También cuentan con la colaboración de la Policía Nacional y de otros cuerpos. Además, disponen de sistemas de control de acceso restringido a las vacunas.
Finalmente, las dosis salen de los almacenes custodiadas por agentes policiales hasta los puntos de inmunización de cada región. En los centros vacunales se dispone de una guía de gestión. Según ha podido confirmar ECD este documento se ha adaptado en autonomías como Cataluña para insistir en la importancia del control de acceso y custodia de las vacunas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario