Tres vigilantes de seguridad adscritos al concello de Lugo (dos chicos y una chica) facilitaron a la Policía Nacional la detención de dos individuos que en la noche de Reyes rompieron la luna trasera y una ventanilla de un Opel Astra que se encontraba estacionado en la calle Rodríguez Mourelo.
Pasaban de las ocho de la mañana y los tres profesionales acababan de prestar servicio en un evento. Cuando se dirigían a su vehículo, aparcado a escasos metros del dañado, percibieron a tres jóvenes que les resultaron sospechosos. Se introdujeron en su turismo y a los minutos escucharon un fuerte estruendo. Inmediatamente bajaron del coche y comprobaron que los tres chicos habían arrojado un objeto contundente a la luna y a una ventanilla de un vehículo (posiblemente un bloque sobre los que se sustenta una churrería que se encuentra en la zona). Los tres vigilantes de seguridad, en vez de hacer caso omiso y marchar para sus casas, optaron por hacerle frente a los vándalos. Al tiempo que uno llamaba a la sala de la Comisaría de Policía Nacional, los otros retuvieron a dos de los vándalos. Uno de ellos consiguió darse a la fuga pero los otros dos fueron retenidos hasta la llegada de la Policía, que tras recibir la alerta envió a tres zetas a la zona.
Numerosas peleas Pero horas antes de este acto de vandalismo, se registraron en cuestión de unas dos horas, al menos tres peleas en la zona de pubs de la capital lucense. Una de ellas se saldó con un hombre herido grave. Presentaba un corte desde la zona del ojo hasta el cuello. Todavía no se aclaró si fue con arma blanca, una botella rota o un vaso. En cualquier caso, el herido fue trasladado al Hula para recibir puntos de sutura, pero no corrió peligro porque el corte por fortuna no le alcanzó la yugular, en cuyo caso se podría haber producido un resultado fatal.
En el interior de un local de la calle Clérigos, la negativa de un cliente a pagar las consumiciones que pidió, desencadenó en una primera riña con el camarero y con la consiguiente intervención de los porteros. En un pub anexo, también hubo otra riña. Además, en la Rúa Nova, a la altura del número 100, los vándalos rompieron el cristal de un escaparate de ropa y calzado, como puro acto vandálico, y en la calle Quiroga Ballesteros se subieron encima de algunos coches y les rompieron las lunas a patadas, como se ve en la foto.
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