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Ante la lacra que supone la presencia cada vez mayor de carteristas en la capital, nace un nuevo proyecto ciudadano para luchar de forma altruista contra este tipo de ladrones.
El "oficio" de carterista es bien conocido por todos y siempre intentamos tener especial cuidado cuando transitamos por zonas más concurridas o de mayor afluencia de turistas pero, hasta ahora, en la mayoría de las ciudades el ser víctimas de un carterista sólo dependía de nuestra precaución y de la suerte. En Barcelona hace años que se organizan, pero desde hace poco en Madrid podemos encontrar "patrullas ciudadanas contra carteristas" que, como su nombre bien indica se dedican a intentar evitar todos los robos posibles por parte de este tipo de ladrones.
Hoy ha visitado el plató de Espejo Público Daniel Álvarez, vigilante de seguridad y portavoz de la patrulla ciudadana de Madrid, para hablar sobre su labor y cómo se organizan. Daniel nos cuenta que esta iniciativa surge ante la limitación a la hora de actuar tanto de vigilantes como de policías para poder luchar contra el carterismo. Además defiende que es un proyecto sin ánimo de lucro, porque a pesar de existir la posibilidad de cobrar, cree que el hecho de hacerlo corrompería las verdaderas intenciones de estos ciudadanos que actualmente sólo pretenden ayudar. Esta Patrulla Ciudadana ha tenido también una gran acogida en redes sociales, cada día suman nuevos seguidores y nuevos voluntarios para patrullar y colaborar con la causa.
No todo son ventajas Aunque pueda parecer una gran propuesta para luchar contra el carterismo, la labor que realiza esta patrulla también tiene contras. El portavoz de la asociación relata que él conoce a la perfección esta labor porque lleva años efectuándose en otros países y que ha podido comprobar que las mismas personas que delinquían antes fuera de España ahora lo hacen aquí. Ha corroborado, que "gracias" a la actuación de patrullas extranjeras, los ladrones acabaron huyendo de aquellas zonas por sentirse "acorralados", pero la solución de estos grupos de pickpockets pasa por cambiar su zona de actuación e ir a robar a otras ciudades. "Es muy difícil acabar con ellos porque no dejan de ser una mafia organizada, pero la hora que les tienes sin robar es una hora sin hacer daño al pueblo", ha señalado Álvarez.
Además, también se ha contado con la opinión de un policía, Serafín Giraldo, quien asegura que en muchas ocasiones estas patrullas entorpecen la labor policial al ahuyentar grupos organizados de carteristas provocando que se les escapen a la policía y puedan sufrir las consecuencias legales. "El carterismo es un problema pero las patrullas ciudadanas no son la solución", ha afirmado Giraldo. El policía ha hecho hincapié en que esta labor, que se da a conocer mediante imágenes, podría acarrear consecuencias legales para los cazacarteristas, ya que estos ladrones, como ciudadanos, están amparados por la Ley de Protección de Datos y no pueden ser difundidos de manera pública. Serafín Giraldo ha finalizado señalando que: "La solución pasa porque los jueces entiendan que son grupos organizados, que son organizaciones delincuenciales y que se les tiene que imputar esos delitos, con penas de prisión, no con simples delitos de hurto".
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