Benito P.N. asumió la seguridad del concierto de Juan Magán en Ourense, un evento que reunió en el pabellón Paco Paz el 7 de mayo de 2017 a 2.500 personas en el marco de la programación de la ICC Week , sin estar capacitado profesionalmente para ello.
Urdió un plan para engañar a la productora del concierto, que le llegó a pagar 1.120 euros -500 para la elaboración del plan de emergencia en representación de la empresa Libre Acesso Norte S.L. El inculpado, Benito P.N., no podía suscribir el protocolo de emergencias y evacuación porque estaba inhabilitado desde 2010 por resolución judicial de ahí que puso el nombre de José L.A., sin su conocimiento, al que conocía de una actuación profesional anterior y sabía que sí estaba capacitado profesionalmente para ello. Posteriormente, presentó el documento en la Diputación de Ourense -organizadora de la ICC Week- y en la sede de los bomberos de la ciudad.
Ayer reconoció los hechos y aceptó la pena de un año y siete meses que solicitaba la fiscal por un delito de falsedad en documento privado en concurso con un delito de estafa con abuso de firma. El procedimiento penal tiene su origen en una investigación comandada por la Unidad Territorial de Seguridad Privada de la Comisaría de Ourense, entre cuyas competencias está el control de las entidades y servicios privados de seguridad, vigilancia e investigación de su personal, medios y actuaciones. Por este motivo, un agente de ese grupo se presentó en el Paco Paz el día del concierto para entrevistarse con uno de los vigilantes de seguridad y requerir la presencia del máximo responsable de la seguridad.
La Policía Nacional le requirió su documentación personal y el plan de seguridad del evento musical. Su actitud fue sospechosa porque manifestó que se había olvidado la documentación y que el plan de seguridad estaba en la oficina de Vigo, aunque se le había remitido a la Diputación y los bomberos, un extremo que confirmaron estos últimos. Asimismo, la Policía comprobó que había cuatro vigilantes de seguridad -tres en la puerta de entrada para el control de los asistentes y uno en la parte trasera- con la documentación en regla.
Posteriormente, el caso se destapó en agosto cuando la Unidad Territorial de Seguridad Privada tuvo conocimiento que el encargado de la seguridad del concierto de Magán estaba inhabilitado para ejercer todo tipo de funciones de seguridad privada. A partir de ahí, los investigadores reclamaron a los bomberos el plan de seguridad, comprobando las irregularidades: no se encontraba firmado por la persona que supuestamente lo elaboró -sin datos para su localización- y lo presentado no era un protocolo de emergencias y evacuación como constaba en su portada sino un plan de seguridad.
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