Un grupo de ladrones ha saqueado el Palacio Real de Dresde, llevándose consigo tres conjuntos de joyas de la colección real más valiosa de Europa.
Se trata del mayor robo de arte de la historia de la posguerra en Alemania. Los ladrones se han llevado tres conjuntos de joyas que estaban expuestas en la Bóveda Verde del Residenzschloss de Dresde. Dejando atrás objetos voluminosos, como jarrones o pinturas, se concentraron en varios conjuntos de joyas históricas con alto contenido en diamantes y piedras preciosas, cuyo valor va mucho más allá de su cotización. «No se puede entender la historia del estado libre de Sajonia sin la Bóveda Verde y las Colecciones de Arte estatales de Sajonia», lamentó el presidente regional, Michael Kretschmer, confirmando la pérdida a una población verdaderamente dolida con la noticia. «No solo se ha robado las Colecciones de Arte Estatales, sino a toda Sajonia», añadió.
Minutos antes de las cinco de la madrugada de ayer, lunes, los ladrones incendiaron un transformador de electricidad situado junto al Puente de Augusto de Dresde, a varias manzanas del museo. Aunque el sistema de seguridad del museo siguió funcionando gracias a los generadores de emergencia, la iluminación de las farolas de alumbrado público de la calle quedó interrumpida, por lo que la oscuridad impidió que las cámaras de vigilancia captasen cómo varias personas entraban por una ventana del Residenzschloss. A las 4.59, dos ladrones aparecieron en las cámaras internas de seguridad de la Bóveda Verde del palacio y los vigilantes en el centro de control actuaron según el protocolo, que ordena no intervenir, sino avisar a la Policía. La primera patrulla llegó a las 5.04. Verificaron brevemente la situación y en solo dos minutos los agentes armados habían entrado en la Bóveda Verde, que estaba ya vacía. A las 5.05 el ruido de un motor acelerando advierte que un coche huye en el exterior. A las 5.09 los 16 coches patrulla de la ciudad de Dresde peinan la ciudad en busca de un Audi, pero ya es tarde. A las 5.14, solamente 15 minutos después del incendio del transformador, los bomberos reciben una llamada del personal de un aparcamiento subterráneo alarmando sobre otro incendio, en el que arde en llamas un coche del que solo saben decir que es un Audi.
«Las cámaras de seguridad registraron cómo al menos dos personas cortaron una puerta de acceso y rompieron los cristales de las vitrinas que custodiaban las joyas con un hacha. Después, probablemente, abandonaron el edificio por la misma ventana por la que habían entrado», declaraba ayer Jörg Kubiessa, jefe de la policía de Sajonia, que pasó el trago de explicar en una multitudinaria rueda de prensa cómo los ladrones se habían llevado el tesoro en las narices de los vigilantes y de la Policía Local.
Las joyas más valiosas El robo afecta a la colección de joyas reales más valiosa de Europa custodiado en el Palacio Real de la capital sajona, donde el príncipe de Dresde y rey de Polonia, Augusto II «el Fuerte» (1670-1733), reunió sus tesoros. «No hay ningún valor financiero con el que trabajemos», sollozaba anoche, emocionado, el director de la Bóveda Verde, Dirk Syndram,«es más bien una especie de Patrimonio de la Humanidad».
La directora general, Marion Ackermann, confirmó que los tres conjuntos expuestos en la sala, unas cien piedras en total, fueron sustraídos en su gran mayoría con la esperanza de que «el botín no pueda venderse debido a su reputación». «No tiene precio porque no está en venta, pero su valor histórico es incalculable», dijo. El mero hecho de que los perpetradores pudieran extraer piedras individuales para la venta le parecía una «idea aterradora». La prensa alemana calcula que el botín supera los mil millones de euros.
El museo ha sido cerrado al público. Las entradas de la autopista en el área han sido bloqueadas. La Oficina Federal de Criminalidad, que se ha hecho cargo de la investigación, ha formado un equipo de diez expertos que se centran ahora en averiguar si los dos ladrones que aparecen en los vídeos de seguridad contaban con más apoyo externo y si obtuvieron de algún modo información privilegiada sobre el sistema de seguridad.
Las claves del tesoro
-La Bóveda Verde exhibe el tesoro de los príncipes de la dinastía Wettin, que contiene obras de arte desde el Renacimiento hasta el Clasicismo, la mayor colección de joyas reales de Europa. El ejército ruso se incautó en 1945 del tesoro, que no volvería a suelo alemán hasta 1958.
-El museo no ha identificado las piezas robadas, aunque reconoce que hay entre ellas tres grandes joyas con al menos cuarenta piedras de primer orden.
-Se habrían salvado el «Sajón Blanco», de 48,50 quilates, segundo de la colección precediendo al «Diamante Verde» de 41, adquirido por Augusto III de Polonia a un mercader holandés en 1742, y engarzado en un sombrero junto con otros 413 diamantes
-La colección incluye obras del joyero Dinglinger de la corte de Dresde, como, la «corte del Gran Mogul», regalo de cumpleaños del gran magnate Aureng-Zeb, emperador de la India entre 1658 y 1707.
-La sala fue renovada en 2006, con nuevas medidas de seguridad, y fue inaugurada por Angela Merkel.
-«Cada pieza es tan conocida y documentada es imposible su venta legal. Parece el encargo de alguien que desea exhibirlas en su sótano, para sí mismo», afirma Bernhard Pacher, director de la casa de subastas Hermann Historica.
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