El empresariado (CEOE, Confebask…), las mutuas (Amat, Mutua Navarra) y empresas de recursos humanos se empeñan estos últimos tiempos en que la sociedad se preocupe por el absentismo laboral genérico calificándolo como problema grave y en aumento.
Alguna de estas fuentes señala como causas del aumento el cambio de valores de las y los trabajadores jóvenes respecto a la importancia del trabajo, la falta de compromiso de las y los empleados con el trabajo, el envejecimiento de la población laboral cuando no el incremento de ausencias injustificadas.
El índice de absentismo en el Estado español se estima para personas asalariadas y se define como el conjunto de horas no trabajadas por motivos ocasionales. Se calcula a partir de los datos del tiempo de trabajo de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del Instituto Nacional de Estadística. La tasa de absentismo es el cociente entre las horas no trabajadas por motivos ocasionales sobre las horas pactadas efectivas. El numerador incluye las horas no trabajadas por Incapacidad Temporal (IT), maternidad y adopción, permisos remunerados, horas no trabajadas por conflictividad laboral, etcétera. No se incluye el tiempo de vacaciones o festivos ni el tiempo en Expediente de Regulación Temporal de Empleo. En el denominador a las horas pactadas en convenio se suman las horas extra. A mayores derechos sociolaborales, huelgas e incapacidad temporal (IT) de origen común o laboral, y menor jornada efectiva, mayor índice de absentismo.
El origen más frecuente del absentismo en términos cuantitativos es la IT común (IT), aquella en que la persona trabajadora está impedida para el trabajo por causa de una enfermedad común o un accidente no laboral. Las estimaciones consideran todas las actividades económicas excepto el sector primario y el empleo en el hogar.
Las comparaciones Comparar los datos con los de otros países entraña mucha dificultad dado que la definición y conceptos incluidos en el absentismo y en la IT varían de unos u otros países (días naturales vs laborales, todos los días de ausencia vs ausencias superiores a tres días, todos los empleos vs exclusión de empleos con jornada reducida, exclusión de bajas maternales…). Según los últimos datos de la Fundación europea para la mejora de las condiciones de vida y trabajo (Eurofound), entidad tripartita de la Unión Europea, en 2021 al Estado español se le asigna el quinto lugar como país europeo con menor absentismo por motivos de salud. Los países del norte de Europa son los que presentan mayores índices de absentismo al disponer de un mayor abanico de derechos sociales y laborales que lo explican.
El fraude en IT ha sido estimado en el 4% de las bajas, el presentismo –ir a trabajar sintiéndose enfermo/a– alcanza al 41% del personal asalariado según encuestas. Las CCAA del norte peninsular presentan mayores índices de absentismo dada su mayor industrialización, sindicación, porcentaje de mujeres asalariadas y conflictividad laboral, es decir, mayor ejercicio de derechos laborales. En cuanto a la IT común, según informe del Servicio de Salud Laboral del ISPLN entre 2002 a 2019, en Navarra tanto la incidencia como la duración media y la duración mediana son estrictamente estables, exceptuando la duración media algo más elevada durante la crisis económica 2008-2012.
Las causas Como se ha dicho, la incapacidad temporal por motivos de salud es la principal causa del absentismo laboral. Entre sus causas más frecuentes destacan los problemas respiratorios (gripes, catarros) y los problemas musculo esqueléticos (esguinces, tendinitis, dolores articulares, lumbalgias…). España sigue en los primeros puestos europeos en índice de accidentes de trabajo.
La generalizada desconsideración en las empresas de la gestión preventiva de los riesgos ergonómicos y psicosociales conlleva que un tercio de los accidentes de trabajo sean por sobresfuerzos, que el 90% de las enfermedades profesionales declaradas sean musculoesqueléticas y que el estrés laboral explique un tercio de las bajas. Los riesgos psicosociales derivan de las condiciones de empleo y la organización del trabajo. Así la incertidumbre asociada a la inestabilidad de los contratos, el alto volumen de trabajo, los elevados ritmos, la falta de participación en las decisiones, los bajos salarios, etcétera, generan estrés que, mantenido, aumenta entre otros el riesgo de accidente de trabajo, lesiones musculo esqueléticas, sufrimiento mental, alteraciones cardiovasculares… e induce a conductas no saludables además de prolongar el tiempo de baja de cualquier enfermedad.
El índice de absentismo aparece como ciclodependiente en relación a la fase económica, aumenta en periodo expansivo y disminuyen en fases recesivas. Lo mismo que sucede con los índices de accidentes de trabajo. Todo ello en el marco de un sistema preventivo externalizado que se muestra ineficaz ante estos cambios económicos asociados al propio sistema capitalista.
Las soluciones El absentismo laboral es multicausal y requiere su estudio específico en cada empresa para planificar su prevención, enfoque que no reclaman las organizaciones patronales en sus manifestaciones públicas. Llama la atención que el empresariado y su vicariato se preocupen tanto del control del absentismo y tan poco de los factores laborales que en gran medida lo explican y cuya solución depende en exclusiva de sus decisiones.
Podría entenderse la preocupación por el estudio del absentismo supuestamente fraudulento, residual en cualquier caso, pero no es de recibo que con una exageración de la evolución del absentismo se despreocupen de las causas reales del mismo y se pretenda aumentar el control administrativo de las personas en baja médica. Bajas por otro lado controladas ya por 4-5 facultativos: Atención Primaria, INSS, Inspección Médica, Mutua y a veces personal médico específico de la empresa. Señalemos que la actividad de control de la IT común que realizan las mutuas sólo está justificada clínicamente en no más del 14% de los casos (ISPLN).
Frente al absentismo, Eurofound platea centrarse en la prevención de los daños y no en el control de las bajas y en el fomento de la promoción de salud en las empresas. Promoción que no puede desconsiderar, como lo hace, el abordar las condiciones de empleo y trabajo y el gradiente social de desigualdad de los llamados hábitos de vida. Con la excusa del elevado absentismo y al objeto de acelerar el alta médica, las mutuas proponen ser ellas las que atiendan la salud, laboral y común, de la población activa. Quizás como en los juegos de magia se trata de distraer sobre el verdadero interés de mutuas y empresariado, el derivar el dinero del sistema público de salud al sistema sanitario privado. Si les funciona el truco quizás les pueda servir también para recortar derechos de maternidad, sindicación, huelga… o aumentar las horas de trabajo. Todo sea para reducir el supuestamente elevado índice de absentismo.
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