Pesca alega que la mercantil incumplió el contrato y adjudicará de nuevo los servicios de vigilancia en la reserva marítima
El Ministerio de Pesca ha roto el contrato con la empresa que se encargaba de la vigilancia y control de la reserva marina de interés pesquero de Cabo de Palos-Islas Hormigas. La mercantil Escurçó, con sede en Tarragona, fue la misma que en marzo de este año denunció ante la Fiscalía de Cartagena un posible caso de intrusismo en las tareas de vigilancia privada por parte del ente público Tragsa. Este grupo empresarial está, a su vez, contratado por el Gobierno regional para el servicio de mantenimiento y conservación del espacio protegido.
El departamento de Luis Planas, que adjudicó estas competencias a la empresa catalana en 2021, decidió rescindir el acuerdo al comprobar que el guardapescas asignado por la firma para la vigilancia de la reserva marina no cumplía los requisitos del contrato. En concreto, el Ministerio alegó que el trabajador no contaba con dos años de experiencia como pedía en los pliegos. La empresa de vigilancia señaló que Pesca ya tuvo conocimiento de las circunstancias del empleado y que aceptó sin poner objeciones.
El Ministerio reconoce que, antes de rescindir el acuerdo, fue informado por parte del Servicio de Pesca de la Comunidad que la empresa interpuso una denuncia contra la parte del servicio que cubre el Ejecutivo regional, que se centra en las aguas interiores de la reserva (el Estado controla las aguas exteriores). Sin embargo, defiende que ambos temas son «independientes», ya que su decisión sobre el contrato «no tiene nada que ver» con la denuncia ante la Fiscalía por intrusismo.
La mercantil Escurçó, que finalmente logró que el fiscal jefe de Cartagena, David Campoy, abriera diligencias, denunció que Tragsa lleva a cabo tareas de vigilancia de forma ilegal al no estar acreditada como empresa de seguridad privada. La Consejería de Pesca, por su parte, señala que la inspección y vigilancia marítima en las aguas interiores de la reserva corre a cargo de los Agentes Medioambientales de la Comunidad, que trabajan junto a los técnicos del Servicio de Pesca. A estas tareas «adicionalmente se unen las inspecciones conjuntas con el Seprona y con el Servicio Marítimo de la Guardia Civil».
El Ministerio ha vuelto a sacar a licitación la vigilancia de Cabo de Palos-Islas Hormigas, un proceso de contratación al que se ha presentado la mercantil apartada. Esta firma también ha interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil contra Tragsa por «subcontratar empresas de seguridad privada» y colocar un guardapescas en la parte de la reserva que controla el Gobierno murciano. Estos servicios se han licitado por tres millones de euros y por una duración dos o tres meses.
Mientras se resuelve la nueva adjudicación del Ministerio, las tareas de vigilancias las ha asumido el servicio estatal de Inspección Pesquera, con la ayuda de la Benemérita. «En los próximos días estará disponible una subcontratación de un servicio de guarda para esta reserva que cuenta con todos los informes preceptivos favorables de tramitación», concluye Pesca.
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