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Pese a no ser tan conocido, es con Mercadona, El Corte Inglés o Correos de los mayores empleadores de España
Fundado en 1962 por David Álvarez, el grupo Eulen se abre paso con su particular ejército de operarios en nuevos negocios y países, decidido a elevar un 20% sus ingresos en tres años. Dedicado a servicios para empresas, tiene contratadas a 76.449 personas en todo el mundo y figura como uno de los mayores empleadores de España, con una plantilla de 48.749 trabajadores, junto a compañías como Mercadona, El Corte Inglés, ONCE o Correos. Es un gigante desconocido que evita el ruido, incluso en el cisma accionarial sufrido hace unos años por la familia fundadora.
Si Eulen pasa desapercibido es porque se encarga de labores tan necesarias como alejadas del marketing. El 59% de los ingresos proceden de servicios de facility para empresas y administraciones, que van del mantenimiento a la limpieza de las oficinas. Otro 20,5% corresponde al negocio de la seguridad; un 8,5%, a cuidados sociosanitarios, y un 11,4%, a trabajo temporal. En la empresa también distinguen entre servicios convencionales y especiales, que se hacen a medida y que incluyen soluciones de todo tipo: desde la rehabilitación de un espacio minero hasta purificación del aire.
Los ingresos alcanzaron el año pasado
los 1.674 millones; el objetivo está en
2.000 millones en el 2025
El resultado es un grupo de servicios muy intensivo en fuerza laboral, de los que operan con márgenes ajustados y batallan contra la inflación. Sus últimas cuentas, las del 2022, muestran un crecimiento superior a las fuertes subidas del precios del año. Los ingresos fueron de 1.674 millones de euros, un 9% más que en el ejercicio anterior, mientras que el beneficio se situó en 12 millones de euros, apenas una cuarta parte de los 44 millones del 2021. Sus previsiones de ingresos, según fuentes del grupo, pasan por alcanzar los 1.850 millones de euros en el 2024 y rondar los 2.000 millones un año después.
La compañía quiere crecer de forma orgánica en los doce mercados de Europa y América en los que opera, sin renunciar a adquisiciones estratégicas. Una de las más recientes es la compra en Estados Unidos de United States Services Industries para reforzarse en uno de los mercados con más oportunidades. De los ingresos de Eulen, 345 millones, algo más del 20%, ya proceden del exterior. Su despliegue internacional también le ha llevado a Portugal, Colombia, Costa Rica, Chile, Jamaica, México, Panamá, Perú, la República Dominicana y los Emiratos Árabes Unidos. Lo ha hecho mientras realiza esfuerzos comerciales para convencer a sus clientes de su alto grado de especialización en servicios que van desde la atención telefónica hasta la eficiencia energética.
“En España, también prevemos crecer con compras, pero en este caso de startups muy especializadas en nichos concretos del negocio”, aseguran desde la empresa. La primera compra de una empresa emergente ha sido la de G2G Algae, una startup científica que utiliza los cultivos de microalgas para la recuperación de suelos agrícolas, entre otras aplicaciones. La nueva apuesta por las startups tiene como objetivo mejorar la rentabilidad en los próximos años. “Serán empresas pequeñas muy especializadas que den apoyo al porfolio actual de la compañía”, indica la empresa. También se ha creado una división de ciberseguridad para impulsar los ingresos en el futuro.
Su plan en España pasa por
adquirir varias startups en
busca de nuevos nichos de negocio
Los planes de negocio se mezclan con una particular estructura accionarial. Tras el fallecimiento del fundador en el 2015, a los 88 años, se recrudeció el conflicto entre la primogénita, María José Álvarez, y los cinco hermanos díscolos que se enfrentaron a la voluntad del padre. David Álvarez había creado una sociedad para controlar el 60% de Eulen junto a su hija, que ahora es presidenta y administradora única. Lo hicieron a costa de un enfrentamiento judicial en el que María José Álvarez ha salido victoriosa.
En paralelo, los hermanos tienen el control sobre las bodegas Vega Sicilia, una de cuyas juntas de accionistas fue impugnada por Álvarez en los tribunales por un supuesto abuso de derecho contra el fundador. El Tribunal Supremo acabó dando la razón a la presidenta de Eulen.
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