La Comunidad rescindirá el contrato a las empresas si no abonan a sus empleados el salario del convenio colectivo
El próximo año, los usuarios del metro se encontrarán con una red atendida por un mayor número de vigilantes: los 1.400 actuales se incrementarán en unos 280. El contrato vigente acaba a finales del próximo enero, y la Consejería de Transportes pide a las empresas interesadas un incremento del 20,7% en las horas que se dedican ahora a la vigilancia. Además, exigirán a los adjudicatarios que abonen a sus empleados, como mínimo, el salario contemplado en el convenio colectivo del ramo. De esta forma, pretenden evitar conflictos laborales que afecten al servicio.
Nuevas reglas del juego para las empresas interesadas en hacerse cargo de la seguridad de las líneas del metropolitano. El contrato vigente desde 2013 finaliza el 31 de enero del año próximo. La Consejería de Transportes quiere aumentar las horas de vigilancia en un 20,7%, que haya más seguridad fija en las estaciones, además de asegurarse de que no le van a repercutir conflictos laborales debidos a problemas salariales, como en otras ocasiones. Para blindarse lo máximo posible en este último aspecto, ha introducido una cláusula en la licitación pública que supone el abono, como mínimo, del salario previsto en el convenio colectivo del ramo. En el caso de que la empresa no cumpla, será motivo de resolución del contrato. No se contemplaba en el acuerdo vigente.
Hasta ahora, la Comunidad requería un precio mínimo a las empresas interesadas que coincidía con el fijado en el convenio colectivo de los vigilantes. Sin embargo, los adjudicatarios podían realizar bajas y llegar a no abonar las nóminas a sus trabajadores, con la consiguiente aparición de conflictos laborales.
Más estaciones patrulladas El nuevo contrato también pretende incrementar las horas de vigilancia, lo que implicará una subida semejante en el número de personas que prestan el servicio. En la actualidad, el contrato prevé la realización de 1.867.676 horas con una plantilla de 1.400 vigilantes, que con las nuevas exigencias aumentarían en unos 280. Una cantidad de trabajadores que Metro considera suficientes para subir, a su vez, el número de estaciones con vigilantes fijos, que se determinarán según las necesidades. La compañía varía al mismo tiempo el modelo de gestión. En el actual, las líneas se dividían en tramos de los que se ocupaban diferentes empresas. A partir de ahora, las líneas se vigilarán completas por las compañías que ganen el concurso.
Metro está dispuesto a pagar por todo ello un 9% más que en el contrato vigente, que se adjudicó en enero de 2013 por 170,4 millones para cuatro años y con posibilidad de dos prórrogas anuales. La línea en la que más hurtos se suelen producir es la 1 (Pinar de Chamartín-Valdecarros), debido a que discurre por el centro de la ciudad, lugar especialmente apreciado por los carteristas. Normalmente se incrementan cuando se refuerza la seguridad en el exterior, y los ladrones deciden cambiar de territorio y bajar al metro.
FUENTE: elpais.com AQUÍ
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