Tras los ataques yihadistas que ha sufrido Europa en los últimos meses, la empresa de seguridad Securitas, decidió despedir a aquellos trabajadores musulmanes que se negaron a afeitarse la barba.
La empresa pidió a todos sus trabajadores que estaban obligados a recortarse o afeitarse la barba para ofrecer una imagen más arreglada, pero los musulmanes fueron los únicos que se negaron. Tras la negativa de estos, la empresa decidió despedirles. La mayoría de los trabajadores que trabajaban en los puntos de seguridad donde se examinaban los pasajeros y el equipaje de mano, accedieron a arreglarse la barba, pero los musulmanes se negaron para más tarde denunciar a la empresa por discriminación.
Eric Moutot, abogado que representa a los cuatro musulmanes, defiende: “Habían tenido barba durante años y de un día para otro se les obligó a afeitarse”. Tras un primer aviso, los cuatro musulmanes fueron suspendidos de trabajo y sueldo. Tras continuar con la negativa de afeitarse, fueron despedidos. Por su parte, Securitas se defiende y descarta cualquier tipo de discriminación, sosteniendo que los ex empleados se negaron a adherirse a las normas que establece la compañía, afirmando que el vello facial debe estar arreglado.
Para muchos musulmanes, la barba es un símbolo religioso y en numerosos casos, el dejarse crecer la barba está relacionado con un proceso de radicalización. No hay que olvidar que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó el pasado mes de marzo que las empresas pueden prohibir que sus empleados usen símbolos religiosos visibles.
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