El sistema anti incendios detectó el humo pero no activó ningún aviso a los bomberos ni saltaron los planes de emergencia
Detecta el humo pero, si no es un día laborable, no da la alarma a nadie y no se activan los procedimientos de emergencia. El sistema antiincendios de la Ciudad de la Justicia de Valencia, el edificio que alberga los juzgados del partido judicial más grande de la Comunidad Valenciana, solo es de fiar si el personal funcionario está en su puesto de trabajo de lunes a viernes.
Según confirmaron a EL MUNDO fuentes conocedoras de su funcionamiento, el sistema sí detectó el humo cuando la mañana del domingo se originó un incendio entre la segunda y tercera planta del ala izquierda por causas que aún se investigan. En cambio, como el edificio estaba vacío, nadie atendió a las señales y no existe ningún mecanismo instalado que sea capaz de transmitir el suceso a la empresa de mantenimiento o al servicio de bomberos. Según esta información, la alarma detectó el humo cerca de las doce del mediodía pero los bomberos no recibieron el aviso hasta que un vecino alertó de que la Ciudad de la Justicia se quemaba. Según consta en el informe inicial que han elaborado los servicios de emergencia, al que ha tenido acceso este periódico, la alarma no avisó ni siquiera al personal del juzgado de guardia y hasta las 13:00 horas los bomberos no consiguieron localizar el foco.
Al parecer, la zona afectada se encontraba totalmente «inundada de humo» y con «gran cantidad de calor acumulado». De hecho, desde el hall del edificio podía comprobarse a través de las cristaleras que dan al pasillo que el plano neutro de humo se encontraba casi a ras de suelo. El informe recoge que cuando los bomberos accedieron inicialmente a la zona afectada se activó una alarma cuando se abrió una de las puertas, y el calor y humo acumulado en la zona era tal que el visor térmico se saturó al poco tiempo. Una hora después, a las dos de la tarde, el fuego se dio por controlado y se iniciaron las labores de ventilación.
El incendio ha destruido cuatro juzgados de Primera Instancia -orden Civil- y el foco estaba se localizó en el número 3. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ-CV) suspendió ayer hasta nueva orden la actividad judicial, una decisión sin precedentes en Valencia, y hoy está prevista una reunión de la junta de jueces de Primera Instancia para repartirse las demandas de los juzgados afectados. Aún queda mucho trabajo por delante para que los juzgados recuperen la normalidad. La instalaciones que discurren por el falso techo -iluminación, detección de incendios, ventilación- han quedado totalmente destruidas en toda la zona afectada y existe gran cantidad de hollín depositado sobre las superficies y en numerosos expedientes judiciales.
Además, varias de las ventanas exteriores tienen el vidrio agrietado y los bomberos sanearon provisionalmente las que ofrecían riesgo de caída a vía pública. La zona donde se encontraba el foco del incendio también presenta el falso techo derrumbado, ordenadores derretidos y vidrios de despachos y salas de vistas rotos. El contrato de mantenimiento de la Ciudad de la Justicia se ha prorrogado este mes de septiembre a favor de Eiffage, una empresa francesa que se hizo cargo del servicio en mayo después de que la adjudicataria, Concentra Servicios y Mantenimiento, anunciara un concurso de acreedores. La Conselleria de Justicia ha abierto una investigación interna para aclarar lo sucedido.
Afectados menos expedientes de los esperados El decano de los jueces de Valencia, Pedro Viguer, aseguró ayer que el fuego declarado este domingo en la Ciudad de la Justicia afectó a menos expedientes de los que cabía esperar por la gravedad del incidente en un principio. Viguer recorrió las instalaciones afectadas junto a la presidenta del Tribunal Superior,Pilar de la Oliva, y comprobó de primera mano los daños causados. Viguer manifestó que el juzgado más afectado, en el que se iniciaron las llamas, ha sido el número 3, casualmente en el que él trabajó antes de ocupar el cargo de decano. «Se me ha caído el alma al ver mi antiguo despacho o la sala de vistas. Es tremendo», lamentó.
Por su parte, De la Oliva aprovechó su intervención para pedir «disculpas a todos los ciudadanos» que estos días tenían que comparecer por alguna cuestión en la Ciudad de la Justicia. «Lo más rápidamente posible se restablecerá el servicio, ya que por motivos de seguridad y precaución se ha cerrado el edificio». Mientras, la delegada de prevención de riesgos de Intersindical, Dolores Giménez, destacó que, por la información que tiene del personal que se encontraba el domingo en el edificio, «no saltaron las alarmas, ni siquiera en el juzgado de guardia, con lo que no se activaron los sistemas de emergencia».
Además, lamentó que no haya «un plan actualizado de evacuación y emergencias, ni personas designadas como responsables en estos casos. Tampoco se han hecho simulacros en todos los años que llevamos trabajando aquí», finalizó. Por último, la portavoz del PP en las Cortes, María José Ferrer San-Segundo, acusó a la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, de «intentar evadir su responsabilidad» y afirmó que el incendio es una «muestra del abandono»
La diputada popular lamentó que la consellera «no dé información transparente, escudándose en informaciones internas y reservadas, dedicándose una vez más a intentar evadir su responsabilidad». «Bravo no puede mirar hacia otro lado, como hace siempre, e intentar echar las culpas a otros sobre su propia responsabilidad por omisiones y lentitud. La falta de inversiones e iniciativas tienen consecuencias: éstas u otras, pero consecuencias», criticó la dirigente.
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