Desde la Asociación de Seguridad Privada Marea Negra se han echado las manos a la cabeza al conocer que, a través del Plan de Empleo, la Ciudad Autónoma contará con 70 personas que harán tareas de ‘vigilante urbano’. Una figura que, desde esta asociación, entienden como “instrusista” y carente de autoridad para realizar las tareas que se les van a encomendar a quienes la desempeñen -control de acceso a colegios o vigilar el vandalismo urbano-.
El vicepresidente de Marea Negra, José Antonio Carbonell, señala que el vigilante urbano no es un puesto regulado por la ley, al contrario que el auxiliar de Policía Local que sí se utiliza en otras poblaciones de la península para respaldar al cuerpo cuando no tiene suficientes agentes. Para Carbonell en este caso se quiere hacer lo mismo pero con una figura que, insiste, “no está legislada” ni tiene autoridad. “La realidad es que no tienen suficientes agentes de Policía Local”, apunta para añadir que lo que debería hacer la administración es sacar más plazas de policía “y no poner parches”. “Se necesita una Policía Local con más capacidad de respuesta que la actual”, advierte.
Para Carbonell, en lugar de instaurar el ‘vigilante urbano’, la Ciudad Autónoma podría haberse valido de vigilantes de seguridad que, además de contar con formación específica, “pueden retener a una persona que esté cometiendo un delito hasta que lleguen los agentes de Policía”. “Sin embargo, un vigilante, que no sabemos qué formación recibirá, no puede hacer nada más que llamar por teléfono a la Policía”, compara el vicepresidente de Marea Negra. No obstante, Carbonell puntualiza que con esta propuesta no quiere apoyar a un colectivo en detrimento de quienes van a trabajar como vigilantes, sino que entiende que esta figura no tendrá utilidad alguna y que podría haberse optado por otra alternativa. “Es un puesto absurdo con el que se dilapidan los fondos que llegan desde Madrid para el Plan de Empleo”, asegura.
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