La lucha sindical toma fuelle en los primeros ocho meses del año con las reivindicaciones en el taxi, la estiba, Renfe o la seguridad privada, entre otros.
El número de huelgas registradas en España durante los ocho primeros meses del año ascendió a 538. Fueron secundadas por199.759 trabajadores y en ellas se invirtieron cerca de 6,5 millones de horas de trabajo, según los datos de conflictividad laboral ofrecidos por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Esto supone que, aunque el número de paros laborales solo creció un 3% respecto al año pasado, participaron en ellos más del doble de trabajadores (un 124%) que un año antes, y dedicaron hasta un 70% más de horas en defender sus demandas gremiales. No en vano 2017 se ha señalado como un año de retorno de la protesta sindicada y colectiva a sectores de tanto peso como los transportes y las comunicaciones. Destacan las huelgas en el sector del taxi, las reivindicaciones de los trabajadores delmetro de Madrid y Barcelona, los numerosos paros convocados por los empleados de Renfe en todo el país, las sonadas negociaciones por los paros en la estiba y, muy recientemente, la huelga de trabajadores de la seguridad privada en el aeropuerto de El Prat.
Estos dos últimos ejemplos, además de copar portadas y acaparar el debate político nacional por su incidencia en el transporte de mercancías y pasajeros, han funcionado como emblemas de la lucha sindical más clásica y cada vez menos frecuente por la progresiva atomización de los asalariados con la actual evolución del sistema laboral. La negociación dura y sin tregua, la amenaza de paralización de sectores clave o la unidad interna de los trabajadores han aupado en 2017 a este tipo de protestas obreras de corte clásico sobre otras formas de reivindicación social y laboral más presentes en la España post-crisis económica: es el caso de las llamadas “mareas” en defensa de lo público o las manifestaciones multitudinarias, integradas tanto por trabajadores como por los simpatizantes de la causa y más propensas a la reivindicación general por la justicia social.
El número de huelgas sí ha crecido significativamente, además del monto de trabajadores y horas, en el sector público: hubo 139 huelgas en empresas o servicios de carácter público desde enero, secundadas por 155.392 trabajadores (un 133% más que en 2016) y con la renuncia a trabajar y cobrar un total de 3,7 millones de horas de trabajo, un 64% más que el ejercicio anterior.
Un agosto ‘caliente’ En el mes de agosto de 2017 se iniciaron 15 huelgas, con 1.820 trabajadores implicados que dedicaron 138.256 horas de trabajo a sus reivindicaciones. Esta cantidad recupera las horas de huelgas que comenzaron en meses anteriores y que han continuado en pleno mes estival. Además, han permanecido en huelga en agosto otros 4.779 trabajadores que participaron en huelgas iniciadas meses antes que han estado abiertas ese mes durante mayor o menor tiempo.
Comparando con las cifras “muy bajas” de agosto de 2016, el número de huelgas en el mes más vacacional han aumentado un 7% este año, y el número de horas de paros laborales ha crecido hasta un 350% respecto al agosto anterior. “Debe tenerse presente en la comparación la repercusión que en la conflictividad laboral de agosto han tenido especialmente las huelgas en los controles de seguridad del aeropuerto de El Prat y en el taxi en Málaga”, recuerda la CEOE.
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